Una mamá repostera

Maribel Arceo Horta: “Para adelante con la ayuda de Dios”

Asus 38 años de edad, la campechana Maribel Arceo Horta continúa haciendo lo que desde la infancia le ha apasionado: la repostería; oficio que le ha brindado la oportunidad de mejorar su economía y la de su familia. Arceo Horta, quien es madre de dos jovencitas que la ayudan a realizar sus deliciosos postres; aseguró que todo los logros obtenidos son el resultado de la constancia, la dedicación y la bendición de Dios; ya que después de recorrer las calles de la localidad donde vive para comercializar sus productos, en la actualidad posee una extensa cartera de clientes en distintos lugares del Estado.

¿A qué se dedica?

“Trabajamos los pasteles, panes como el pan de elote, volteado de piña, panetela tres leches, gelatinas mosaicos, soufflé de elote, todo lo que es repostería”.

¿Cómo incursionó en la repostería?

“Lo primero fue por la necesidad de la infancia porque desde que recuerdo, a los 8 años, nació la idea de hacer merengues, hacer pastel. Desde ahí empecé a hacer los inventos porque mi mamá no tenía ni noción de hacer un pan y yo le empecé a decir que me ayudara, que me apoyara a aprender a hacer ese tipo de postres. Dejé de estudiar cuando estaba en el cuarto grado, tenía 9 años. Empecé a aprender costura y al lado daban repostería. Cuando terminaba mi clase, me escapaba y aprendía lo que ahí enseñaban. Hacía cosas inventadas porque no podía practicarlo. Pasó el tiempo, me casé y después continué con más ganas”.

¿Cómo te siente haciendo lo que haces?

“Creo que cuando uno tiene un sueño, no te limitas, no piensas que algo te pueda detener. Me siento contenta, satisfecha. Si uno pone la confianza en Dios, uno puede lograr los propósitos”.

¿Qué consejo les darías a los campechanos?

“La economía no es un problema para superarse, cuando uno quiere lograr un propósito u objetivo, siempre habrá una puerta que se abra si tiene uno la intención y las ganas de salir adelante”.