Ventajas en el desarrollo
La música desarrolla un fuerte vínculo afectivo entre la madre y su hijo, y también ayuda a desarrollar su inteligencia emocional. A nivel psicológico estimula emociones y sentimientos que modifican el estado de ánimo del bebé. Esto les ayuda al autocontrol y la concentración, lo que beneficia a su rendimiento y aprendizaje. Escuchar canciones también ayuda a los niños a estimular el oído, y así se van preparando para enriquecer el vocabulario. Por otro lado, facilita la comprensión de palabras, ya que los sonidos se repiten constantemente. Esta preparación ayuda a los niños a hablar antes de lo establecido y precipita el aprendizaje de otro idioma.
La música forma parte de las terapias, por lo que a la hora de dormir o cuando el niño llora sin motivos justificados, los padres recurren a la música para mitigar el llanto de su bebé, ya que esta transmite emociones favorables que los ayuda a conciliar el sueño. Asimismo, reduce el nivel de estrés y estimula la producción de endorfinas. En los casos en los que los bebés tengan diagnósticos como dislexia o autismo, se puede utilizar música como parte del tratamiento para reforzar sus capacidades cognitivas. Finalmente, se debe considerar que la estimulación musical no se debe limitar a la audición de canciones, ya que se debe combinar con movimientos e incluir instrumentos para que ellos los puedan manipular y convertir el momento en una diversión.