Sobrevive a accidente mortal

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces; fue el versículo de la Biblia que le dio un aliento de vida al ciudadano Jorge Fidel Vázquez Ac, quien el pasado 2 de enero chocó contra un tráiler en el crucero de Haltunchén, Champotón; y milagrosamente hoy vive para contarlo. A pesar del escepticismo de muchos, para Vázquez Ac Dios es real y el único capaz de hacer cosas increíbles como las que nos compartió a nueves meses después de lo sucedido.

¿Qué edad tiene?

“Tengo 56 años de edad y dos hijos”.

¿Cómo está la salud?

“Del accidente quedé lisiado, ya me dijeron que para poder caminar está difícil; pero aún así ando un poco”.

¿A qué se dedicaba antes del accidente?

“Trabajaba en el mar, para estas fechas estuviera en el pulpo, pero me tocó descansar”.

¿Qué ocurrió la tarde de aquel 2 de enero?

“Viajaba de Champotón a mi casa en un carro particular cuando un tráiler se me atravesó, salió de rumbo de Sihochac. Cuando quise frenar, no alcancé a detenerme y me estampe en una de las cajas. Lo único que pude recordar es que suspiré como nunca antes lo había hecho; cuando me acordé de la Palabra de Dios que viene a la mente rápido, le dije: Dios mío, Dios mío, perdóname, por muy grande que sea mi pecado, pero quiero estar contigo, no dejes que el enemigo me gane, yo quiero ser tuyo. Cuando reaccioné bien, vi que el tráiler se enderezó y siguió su rumbo, era de doble remolque. Me quité el cinturón, abrí la portezuela y cuando me quise bajar ya no pude. Esperamos que llegara la ambulancia, me pasaron a una clínica de Campeche donde me dijeron que no podían con el caso, incluso el médico puso en su reporte que no pasaba de 24 horas. Como el coche tenía seguro, me pasaron a Mérida y allí me operaron”.

¿Qué afectaciones le dejó este accidente?

“Se me rompió la cadera, la clavícula y dos costillas. Lo que quedan son secuelas, el pié no lo siento, siento dolor en la cadera al caminar, pero vivo gracias a Dios”.

¿Crees que fue un milagro lo sucedido?

“A cualquiera que me visita se lo digo, que acepte a Jesucristo como su único y suficiente salvador porque en él tenemos vida y esperanza; porque estoy consciente que este accidente no era para que viviera, pero hay un Dios Todopoderoso que puso la mano y me salvó, le doy gracias a Dios porque ese día volví a nacer. Jesucristo es real”, culminó el sobreviviente.