Disfruta al maximo el tiempo con tus hijos
El ritmo de vida que imponemos (o que nos viene impuesto) a nuestros hijos desde muy pequeños va a marcar su caracter y no solo su educación. Tenemos poco tiempo para estar con ellos y el poco del que disponemos no sabemos disfrutarlo en su compañía. ¿Cómo les afectará nuestro ritmo de vida?
Recordemos que a estas edades lo vivido con los padres son experiencias muy significativas para los niños, que marcan profundamente su talante en el futuro: pesimista/optimista, alegre/triste, introvertido/sociable...
Por tanto, es más importante de lo que parece: saca tiempo para estar con tus hijos, hazlo por ellos. Se trata de sacar el máximo partido al tiempo que tenemos para estar con nuestros hijos. No es tanto cantidad como calidad.
Cómo conseguir que lo pasen todos bien:
Lo importante es que lo pases bien con tus hijos, que la relación sea gratificante para todos. Pasarlo bien con ellos y hacérselo pasar bien a ellos. ¿Cómo conseguir esto?
En primer lugar es fundamental que estes con tus hijos relajado, sin prisas, sin pensar en lo que acabas de hacer ni las mil cosas que te quedan por hacer.
Idea actividades en casa, que sean placenteras para todos. Eso no significa que tengas que estar jugando todo el día, se trata de aprender a realizar cada actividad de la vida cotidiana en un clima relajado y amable.
Gratificante no significa falta de exigencia. Más bien, la exigencia debe darse en un clima de calidez, en una buena relación afectiva. Recuerda que la verdadera felicidad del niño pasa por un estilo educativo que se compone a medias de ternura y disciplina.
Ideas para reflexionar:
1. Analiza si la alimentación y las horas de sueño son las adecuadas para que pueda desarrollar todas sus actividades diarias con energía y entusiasmo.
2. Quizás sea el momento de volver a analizar las pautas educativas que sigues en casa respecto a la tolerancia, la autoridad, el cariño...
3. Cómo es el tiempo que dedicas a tu hijo, si sabes divertirte con él, sin olvidar qué toda circunstancia de la vida es una oportunidad educativa, que tiene que llevarte a ser y ayudarle a ser una mejor persona.
4. Debes conocer con profundidad a tu hijo: qué cosas le gustan, le divierten, qué deseos y aspiraciones tiene, que es capaz de hacer. Y dejarte conocer por él. Del conocimiento mutuo surgirán aficiones y actividades comunes gratificantes para ambos, mejorará la comunicación y se creará el clima adecuado para la verdadera exigencia.
5. Sería bueno revisar el horario de actividades de tu hijo y plantearte si todas ellas son necesarias y verdaderamente formativas. El exceso de actividad, en cualquier persona pero especialmente en los niños es una fuente segura de estrés.