Los curiosos
En las montañas más altas de todo el mundo vivían dos tribus que se disputaban el territorio más próspero para el cultivo y la caza, los de “Los de arriba” vivían entre lobos y perros, cazando a quien se atreviera a cruzar la Quebrada de los Diamantes. Para ellos los diamantes representaban los hijos de su Dios, la Luna.
Cuenta la leyenda que un buen día nació en la tribu de “Los de abajo” un niño llamado Kuaro. Kuaro era fuerte, veloz y muy curioso.
Todo transcurría con total tranquilidad en la vida diaria de estas tribus, hacía siglos que no se enfrentaban, pero un día el agua que venía de “Los de arriba” que saciaba la sed de “Los de abajo” dejó de fluir y Kuaro se molestó tanto que decidió declarar la guerra.
Los sabios le dijeron que era muy pronto para tomar una decisión drástica, pero Kuaro con su espíritu impetuoso, salió de la aldea una noche y siguió el cauce del río hacia lo más alto de la montaña. Al llegar, cruzó el límite que dividía ambas tribus. En ese momento los lobos empezaron a aullar y advertir que un intruso habría invadido el territorio. Kuaro, enseguida, intentó huir, pero tropezó con una chica en el medio de la noche, ambos cayeron en el agua, era la princesa de la tribu de “Los de arriba”. Ambos sintieron una conexión instantánea, ella le dijo que huyera y que no volviera a pisar su territorio. Kuaro hizo caso y se retiró, pero al día siguiente no podía sacar de su cabeza la mirada de la princesa y se preguntaba por qué no lo atacó.
Esa noche, Kuaro decidió volver, caminó toda la montaña entre la fuerte tormenta. Al llegar, llamó a la chica una y otra vez, pero esta nunca apareció. Kuaro se sintió frustrado y de repente ella tomó sus brazos y le dijo: “te he estado observando desde hace mucho tiempo, lo hice a propósito. Corté la corriente de agua para atraerte hasta acá”. Kuaro se sintió hipnotizado y justo cuando se disponía a rozar sus labios con los suyos, una daga atravesó su corazón y murió.
La princesa necesitaba el corazón de alguien con la fuerza y la curiosidad de Kuaro para poder ser más invencible. Muchos dicen que su espíritu ronda los alrededores de la Quebrada de los Diamantes acercando a jóvenes curiosos para ofrecérsela a la princesa, así ella podrá recompensarlo devolviéndole su vida.