Derriban valla para ingresar a México
No hay valla o fuerza policial que evapore por completo las esperanzas de muchos de los migrantes hondureños que han pasado casi una semana caminando desde que dejaron su casa para tratar de buscarse una vida mejor. Luego de que cientos de estos centroamericanos derribaran ayer una valla en Guatemala y alcanzaran la frontera con México, donde varios de ellos se enfrentaron con policías y otros se quedaron contenidos en un puente sin definir cuándo podrían avanzar, en su mayoría siguen dispuestos a continuar su camino.
Cuando los primeros migrantes llegaron a la frontera mexicana, las autoridades trataron de contenerlos y les rociaron gas pimienta. En respuesta, varios viajeros lanzaron piedras. Sólo unas 50 personas lograron pasar y el resto retrocedió. Tras una labor de contención, la policía volvió a cerrar las rejas de la frontera. Más tarde, en entrevista con una televisora , Manelich Castilla, comisionado general de la Policía Federal, dijo que “se cumplió el primer objetivo, que era evitar que a través de la violencia se vulnere nuestra frontera”.
“Si va a haber un ingreso, será en los términos que se ha dicho desde un principio: ordenado, con procedimientos establecidos, jamás por la violencia ni por la fuerza como se pretendió por un grupo de personas”, agregó y dijo que se atendería a los migrantes en dos bloques.
Los migrantes intentan entrar a México para avanzar hacia Estados Unidos, lo que ha enojado al presidente Donald Trump, quien ha llamado a los países centroamericanos y a las autoridades mexicanas a que hagan todo lo necesario para detenerlos.