Recuerdame!
Familias acuden a los campos santos
No es dolor, no es tristeza, es celebración y reflexión, bajo un manto gris y por momentos con llovizna, campechanos acudieron a los campos santos para saludar y recordar a sus seres queridos, quienes hoy, físicamente ya no están. A pesar que el día estuvo nublado, adultos mayores, hombres, mujeres, jóvenes y niños acudieron ayer a los diferentes cementerios de la ciudad, algunos por tradición otros por primera vez y los que en verdad fueron a honran a sus muertos. “Recordemos a los fieles difuntos, decimos fieles porque pensamos en las características de nosotros, para los cristianos la muerte tiene un sentido diferente. Debemos de estar en un clima de oración, la muerte habla del desenlace de la vida; no es el día, siempre debe meditarse sobre la vida”, señaló el párroco de Santa Lucía, José Joaquín López Arévalo.
La misa se realizó en el campo santo del barrio alrededor de las 9 horas donde el párroco mencionó que no es el día o los días para hacer este tipo de reflexiones, lo que debe vivir en nuestros corazones son los rostros humanos que un día esperamos ver en la casa del padre, la primera lectura nos habla de dos modalidades de la muerte; los justos que llegaron a ser enemigos de aquellos que no creen en dios y por lo tanto piensan que la muerte es un instrumento para poder aplacar a aquellos que no se dejan aplacar”.
En el evangelio de hoy, se señaló que se separan los cabritos de las ovejas, tiene un fondo moral, “es como nuestras vidas, el bien y el mal y uno elige de qué lado quiere estar, como por ejemplo aquellas personas que se involucran con el narcotráfico, solamente ven sus interés y tener harto dinero, sin darse cuenta del verdadero problema en el que se está metiendo. Quien se abraza de una fantasía, durante la vida dios le insiste que abrace la vida, quien abraza la nada no se queda más que con su propia tristeza, frustración, soledad y todas esas cosas, quedan totalmente fuera de tu ámbito total; dios aparece no solo como juez, si no como el pastor que va por la oveja perdida, quien se preocupa por nosotros”, finalizó.
Por su parte, cientos de personas se dieron cita desde temprana hora para visitar a sus seres queridos que se adelantaron, luciendo abarrotado el panteón, dándole la bendición al finalizar la homilía el presbítero, exhortándolos a mantener la fe y realizar las cosas con calma, observándose la presencia de agentes de la PEP y de paramédicos de la Cruz Roja.