Clasificación
de medicamentos analgésicos
Analgesia, etimológicamente, significa negación o carencia de dolor. Este es el objetivo de los medicamentos analgésicos. Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), éste se define como la experiencia sensorial y emocional desagradable. Esta experiencia viene asociada a una lesión hística real o potencial. Existen dos tipos de dolor: el agudo y el crónico. Difieren en cuanto a la experiencia sensorial y también en cuanto a la experiencia emocional que implican. Así, requieren medicamentos analgésicos distintos.
El dolor agudo viene derivado de una lesión tisular, y desaparece con la curación de la misma. Ejemplo de dolor agudo es el dolor posoperatorio.
Por otra parte, es difícil encontrar una lesión tisular concreta que justifique el dolor crónico. Además, se extienden mucho en el tiempo. Ejemplo de dolor crónico es la migraña o la artrosis. El componente emocional es distinto en el dolor agudo y el crónico. En el caso de un dolor agudo, es común experimentar irritabilidad, ansiedad y rabia.
En el contexto de un dolor crónico, se experimentan sentimientos más tendentes a la depresión. En ocasiones pueden tratarse también estos síntomas emocionales. Es especialmente frecuente en dolor crónico.