El bosque tenebroso
É rase una vez un bosque que por el día solía ser uno de los más hermosos, verdes y vistosos de toda la zona. Los niños aprovechaban todas las tardes, después de hacer sus deberes escolares, para ir allí a pasar un rato agradable de diversión y esparcimiento, jugando diferentes juegos como el escondite, la R y muchos otros típicos de la época. Lo que no se puede negar es que la pasaban muy bien. Una noche de inverno, que pintaba ser normal como cualquier otra noche, un perro que olfateaba por allí tomó con su hocico lo que parecían restos humanos. Al estar el perro de vuelta en casa, cuando su dueño lo observó minuciosamente, se dio cuenta que lo que traía es un dedo de una mano humana, se asombró y decidió salir a investigar.
Siguió las huellas hasta llegar al bosque con la ayuda de una linterna para alumbrar. Se percató de la escena grotesca que había ante sus ojos, son restos humanos desmembrados, de un hombre al parecer, por las características que tienen algunas partes de cuerpo. Decidió dar parte a la Policía, los cuales acordonaron la zona como escena del crimen, comenzaron con las averiguaciones; no hubo testigos presenciales del hecho, ni una vista que los pueda llevar al culpable de ese atroz asesinato.
Pasaron los meses y cada pista que conseguían acerca del posible culpable, parecía ser un engaño. Los problemas estaban lejos de acabarse para los detectives encargados del caso, pues apareció otra víctima en el mismo lugar del primero, con las mismas características del cuerpo mutilado.
Todo parecía indicar que estaban tras la pista de un asesino en serie que prevé cada uno de los movimientos policiales. La entidad se llenó de temor, el caso se estancó y estuvo lejos de resolverse. Hasta ahora todos se preguntan quién es el asesino.