Sobreviven
Familias en riesgo latente por invasión; piden apoyo
Ante la falta de oportunidades laborales debido a la crisis financiera que pega en el estado, decenas de familias campechanas crecen en pobreza, desempleo y sin un hogar legitimo como es el caso de las invasiones que continúan sin resolución. Se estima que al menos unas 250 familias viven en zona irregular en la invasión de Belem. Entre la tierra, laja y bajo el peligro de algún deslave o en efecto del desalojo por parte de autoridades, la incertidumbre de los residentes ilegales los agobia, pero sobreviven en medio de carencias y deficiencias.
En un recorrido por la zona irregular, se pudo constatar que los hogares compactos están construidos por láminas de cartón, algunas lonas y diversos desechos de construcción.
En los patios se observa el relleno de basura y maleza para compactar el firme de la loza. En las humildes viviendas se avizora el problema de hacinamiento pues en un recuadro de escasas medidas de cuatro por cuatro metros llegan a convivir hasta cinco o más integrantes por familia.
Las familias viven con incertidumbre, pero sobre todo subsisten al diario al vivir ante las diversas carencias de los servicios básicos como es la falta de agua potable, energía eléctrica y seguridad. El camino de la invasión es intransitable, rocoso e inclinado. Un resbalo en piso mojado podría provocar una caída mortal al descender de manera ruda varios metros cuesta abajo, así es como a diario caminan mujeres con bebés en brazo, niños descalzos y personas de la tercera edad que se han alojado en este sitios desde hace más de cuatro años.
El suministro de agua es escaso, no cuentan con seguridad, ni apoyo por parte de la autoridad.