Una enimiga oculta

Mercedes y Johanna habían sido amigas desde hace muchos años. Ambas compartían juntas todo y su amistad parecía ser de otro mundo. Johanna visitaba siempre a Mercedes para charlar de sus problemas y experiencias, sin embargo, Mercedes nunca imaginó que detrás de la amistad de Johanna había un sentimiento negativo que la perjudicaría. Johanna había sido testigo de cómo Mercedes pasó muchos años sin tener éxito en el amor, pero ese era el menor de sus problemas. Mercedes también tuvo muchos años sin poder conseguir empleo y no se explicaba por qué. Todos los días Johanna hablaba con Mercedes y la consolaba en su desdicha, conseguir un trabajo duradero se había convertido en una tarea difícil para Mercedes. Incluso buscando empleo fuera de la ciudad no había tenido suerte. Un día, la madre de Mercedes, muy angustiada por la situación, visitó a una vidente famosa del pueblo. Esta le comentó que una amiga muy cercana a su hija había hecho algo muy malo para que Mercedes no consiguese trabajo y menos pareja.

La madre de Mercedes solo conocía a una amiga de Mercedes y se trataba de Johanna, así que por sentido común, todas sus sospechas se dirigieron a ella. La vidente le confirmó sus sospechas, diciéndole que esa amiga de su hija tiene el nombre de Johanna. De inmediato la madre de Mercedes corrió a su casa a advertirle a Mercedes, pero ya era demasiado tarde. Johanna se había enterado de lo que la madre de su amiga sabía y había quemado toda la casa con Mercedes en el interior de su habitación.

Johanna reía entre las llamas y decía que Mercedes era todo lo que ella quería ser, y que si no estaba con ella, no estaría en ningún otro lugar, así que prefería matarla e irse juntas.

Así lo hizo. Y no mucho después de que Mercedes ardiera en el interior de la casa, Johanna hizo lo mismo, acompañando a la que llamaba su amiga en el más allá, ante los ojos de la madre de Mercedes.