Rescate de víctimas por el tsunami, se complica
La incesante lluvia dificulta las labores de los equipos de rescate de Indonesia que registran palmo a palmo el litoral del estrecho de Sonda azotado el pasado sábado por un tsunami, cuyo último balance de víctimas aumentó hasta 429 muertos y 154 desaparecidos. Con guantes para evitar cortes, una patrulla de oficiales de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB) levanta uno a uno los trozos de madera y hojalata que hasta hace tres días formaban una cabaña turística en la playa Carita, en la parte noroccidental de la isla de Java. “Hoy, hasta el momento, no hemos encontrado ningún cadáver. Ayer encontramos aquí dos entre los escombros”, declaró el responsable de la brigada, Hawasi, quien, como muchos indonesios, solo tiene nombre. “Revisamos la zona por si se nos hubiera pasado alguno o por si el mar devuelve algún cuerpo sin vida”. El oficial concede escasas posibilidades de encontrar a algún desaparecido con vida aunque se aferra a que “los milagros existen”. Centenares de humildes hogares han quedado reducidos a un amasijo de escombros, mientras los edificios construidos con mejores materiales soportaron en su mayoría el envite de las aguas. La violenta erupción del volcán Anak Krakatau, unos 50 kilómetros mar adentro desde la playa Carita, causó la noche del sábado un corrimiento de tierra que creó olas de 2 a 3 metros de altura que tardaron 25 minutos en llegar a la costa. El tsunami sorprendió a muchos visitantes en las playas de este enclave promocionado como destino turístico por el gobierno.