Canino de gran elegancia
Entre las características del galgo afgano que más sorprenden es la extraordinaria elegancia de su aspecto. Su carácter es reservado, independiente pero alegre, como sucede con casi todos los perros lebreles. Muestra un afecto y un apego muy especiales a su amo, aunque se mantiene distante con los extraños. El también conocido lebrel afgano, es un perro valiente y con mucho coraje, el galgo afgano se caracteriza por un temperamento que en ocasiones puede resultar indómito y algo desabrido, aunque tampoco exento de ternura.
Si bien es cierto que presenta un punto de independencia e incluso puede pasar por arisco, se trata de un animal con un carácter dulce, leal, afectuoso y sensible, con muy bajos niveles de dominancia en general, lo que lo hace ideal para integrarse en la familia. Por encima de todo, gracias a su apariencia, a su porte y a la historia que le precede, de la que jamás podrá desprenderse, la raza posee un aire de dignidad y espiritualidad muy sugerentes. De hecho, algunos autores lo han descrito como “el rey de los perros” por su elegancia y majestuosidad. Es una de las razas caninas con más personalidad. Si no cuenta con el dueño adecuado, capaz de ejercer un liderazgo sólido y coherente, el galgo afgano se puede volver desobediente y arisco, y mostrar una tendencia muy marcada a tomar sus propias decisiones, lo cual dificulta mucho la convivencia.
Sin embargo, en buenas manos es un compañero agradable y afectuoso que establece una relación muy buena con su familia y no suele tener ningún problema con los niños, a pesar de lo cual conviene no dejarlo a solas con ellos sin un adulto responsable que vigile y pueda intervenir en el caso de que en algún momento al perro se le acabe la paciencia.