En aumento
Mercado lleno de malvivientes
El mercado principal, “Pedro Sainz de Baranda” se encuentra inmerso por parte de los “amantes de lo ajeno” donde al cesar los recorridos que realizaba la policía preventiva, estos volvieron a actuar contra los pequeños comerciantes del principal centro de abasto. En menos de 5 días, locatarios del mercado principal han sido víctimas por los amantes de lo ajeno, los cuales haciendo uso de distracción al momento de atender a clientes se logran apoderar se artículos menores pero que a largo plazo afecta a los comerciantes.
Los responsables de los hechos ya son identificados por las víctimas, malvivientes sin hogar los cuales utilizan los pasillos para el robo a comerciante y el modus del “carterismo”, sumándose a esto hecho, en las inmediaciones de la central de abastos es sabido por autoridades policiacas y ministeriales de la creciente venta de narcóticos los cuales intercambian los “tóxicos” por artículos.
Cabe señalar que otra de las inconformidades por parte de los comerciantes es la presencia de mujeres de la vida galante que se andan paseando por los pasillos del mercado y Pasaje de San Pedro en busca de clientes donde en algunas ocasiones venden sus carias a cambio de artículos robados por parte de los ladrones. Entre los sujetos se encuentran el “Jairo”, “Ultra”, “Pantera”, “Conejo”, “Chino” entre otros, los cuales han protagonizado peleas alguna de estas con trágicos finales tal como el caso del joven identificado bajo el mote de la “Ardilla” quien contaba con 18 años y murió en el mercado esto por otro ladrón cuando peleaban por las ganancias de un atraco. A pesar de la reincidencia de los malvivientes siempre han sido puestos en libertad donde al tener diversas demandas, el monto de lo robado siempre es mínimo para la ley, por lo que al recobrar su libertad continúan delinquiendo.
Debido a la precaria situación que se vive en el mercado solicitan nuevamente los recorridos de la Policía Estatal Preventiva, donde en los meses que se mantuvo activo los robos, peleas y hechos delictivos y morales descendieron gradualmente, ya que los “indeseables” al ser reconocidos por los “agentes de negro” eran correteados de la zona.