Aumenta la delincuencia
Pobladores de Kobén y Hampolol se encuentran temerosos ante los constantes robos que han sido víctimas por parte de sujetos fuertemente armados y cuyo modus operandi es el uso de armas de fuego.
Con miedo, pobladores de Kobén así como de Hampolol, Bethania y Chemblas denunciaron su preocupación por los constantes robos puntualizando que dichos ataques son realizados por personas ajenas a los poblados donde haciendo uso de armas de fuego, camionetas de grandes dimensiones y encapuchados logran hacerse de dinero y artículos de valor.
Lo anterior fue descrito por varios ciudadanos de la zona quienes indicaron que en tan solo esta semana, en el poblado de San Francisco Kobén, se registraron dos robos a mano armada, donde a pesar de estar a 15 minutos de la capital campechana y de albergar el Cereso Estatal, la vigilancia es nula.
Los quejosos indicaron que desde hace unas semanas han reportado a los números de emergencia la aparición de autos y camionetas de lujo los cuales se mantienen dando vueltas en horas de la madrugada de manera sospechosa, sin embargo al ver la presencia policía se dan a la fuga. Otro sector vulnerable ante la increíble ola de robos con violencia son los pobladores Hampolol, donde los violentos ladrones han robado en varias ocasiones a los cobratarios, siendo el último caso el de un motociclista perteneciente a un banco local, el cual fue interceptado en el cruce del periférico siendo despojado de 14 mil pesos, sumándose a los robos a casa habitación que igual impera en la zona. Cabe señalar que los quejosos indicaron que se quedaron sin vigilancia policiaca desde hace 6 meses, tiempo que aumentó la incidencia delictiva, puntualizaron que anteriormente existía una comandancia donde los agentes policiacos se mantenían al cuidado del pueblo, pero luego fueron retirados y solo se les ve ocasionalmente para que les firmen y la foto de registro.
Por si fuera poco los locatarios aún recuerdan la aparición de los cuerpos del matrimonio Edgar Rodríguez Valle y su esposa Araceli Cahuich donde presentaron huellas de tortura en un racho de Bethania.