Cerrarán
Una importante etapa de su vida
Infinitamente agradecido, así es como Timbiriche se despide de sus seguidores, los de siempre y los nuevos, con quienes celebró su gira de reencuentro por 35 años de vida de la banda. Más que tristes Sasha, Erik, Diego, Benny, Alix y Mariana cerrarán un ciclo con la satisfacción de haber dejado todo en el escenario en cada concierto de esta gira, que les llevo más de un año estar lejos de casa y familia. Han sumado muchas e inolvidables experiencias, comparte Diego Schoening con el Diario, entre ellas, llevar la gira a ciudades de Estados Unidos, y repetir el show con segunda y hasta tercera vuelta en varios lugares, como ocurrirá mañana sábado en Mérida en el Foro GNP (antes Coliseo Yucatán), donde la banda ofrecerá su espectáculo por segunda ocasión con un recorrido desde su etapa infantil hasta los temas representativos de la agrupación.
Como ocurrió en 2007 durante el anterior reencuentro del grupo Thalía y Paulina Rubio estuvieron ausentes, pese a que con la “Chica Dorada” hubo un acercamiento. Pero Timbiriche sigue escribiendo su historia, su música sigue pasando de generación en generación, y de los momentos que Diego y el resto del grupo no olvidarán de esta gira es ver a papás e hijos cantando y bailando sus canciones: “son nuevas orejitas que han disfrutado con nosotros”. Ha sido un recibimiento increíble para la agrupación desde el primer concierto y lo que comenzó con 35 presentaciones termina con más de 75 shows. Timbiriche siempre existirá, asegura el actor y cantante, porque es parte del “soundtrack” de miles de personas que han acompañado a la banda durante sus ya 37 años.
Hay anécdotas que Diego Schoening comparte como emoción; en su paso por Estados Unidos hubo fans que se acercaban para contarles que mientras cruzaban el desierto para llegar al vecino país del Norte como inmigrantes, escuchaban música de Timbiriche para darse ánimos y hacer menos difícil el momento.
En su experiencia como artistas tener como invitado a Miguel Bosé en uno de sus conciertos cantando “Don Diablo” —como lo hicieran en 1980— fue “sumamente increíble” por la cercanía que han tenido con el cantante español. Y como éstas hay muchas más que “nos llevamos en los corazones”. Sasha, Benny, Alix, Mariana, Diego y Erik seguirán siendo una familia cuando termine la gira, son una hermandad desde que Timbiriche surgió en los ochentas. Cuando Diego baje del escenario no niega que extrañará toda esa adrenalina y energía de estar cantando, pero ya está listo para continuar sus proyectos personales: abrirá escuelas de baile, tiene en puerta hacer teatro musical (lo dará a conocer en su momento) y seguirá en la televisión de Estados Unidos, donde ha desarrollado su faceta de conductor. Diego todavía está por vivir más emociones con sus compañeros de grupo, amigos y los fans de Mérida, una ciudad que le encanta y donde tiene grandes amigos, entre ellos Gaby Lascurain, le encanta pasear en Progreso y disfrutar de la comida y la hospitalidad de la gente, y “no lo digo por cumplido, Mérida siempre ha tenido una gran conexión con Timbiriche y conmigo”. Más que un mensaje a toda la generación Timbiriche Diego agradece en nombre de todo el grupo el recibimiento que le han dado a esta celebración de 35 años, por cantar y bailar con ellos sus canciones y heredarlas a nuevas generaciones.
No dice “de esta agua no beberé” al preguntarle si dejarán la puerta abierta para un futuro reencuentro “porque lo mismo pensabamos hace unos años y ya ven...”.
Hasta pronto
El grupo Timbiriche nunca dejará de existir, insiste Diego Schoening, e invita a los fieles seguidores de la banda para disfrutar por última vez de una producción de primer nivel, y sobre todo, para vibrar y emocionarse con la “banda sonora de nuestras vidas”.