Están dispuestas a dejarlo todo por su máximo ídolo
Chayanne es un artista con una carrera internacional vigente desde que se separó del grupo Los Chicos y poco a poco fue consolidando un estilo que hasta hoy le ha funcionado. Son muchas las emociones que el artista despierta en su público, más allá de su facilidad para el baile —y esto también reconocido por los caballeros— su público le agradece que siempre se porte amable, sencillo, alguien que demuestra que tiene los pies sobre la tierra.
Amor al boricua
En Mérida, hay grupos que continuamente se reúnen para comentar sobre la carrera del artista. Kembly Puerto se declara ferviente admiradora del cantante, ha tenido la oportunidad de convivir con él en varias ocasiones, tomarse fotografías, estar como extra en uno de sus vídeos, y hasta ser identificada como “la chica de la manta”. Kembly admira a Chayanne desde que surgió el grupo Los Chicos. Lo primero que le gustó de Elmer Figueroa Arce (verdadero nombre del cantante) fue la facilidad para el baile y c’omo disfruta estar en los escenarios. Como su fan, no se perdía programas como “Siempre en domingo”, y aunque en un tiempo tuvo relación con los espectáculos, nunca pudo llegar hasta Chayanne. Su sueño de toda la vida se cumplió en septiembre de 2014 cuando una amiga de una radiodifusora la invitó a asistir a una conferencia donde Chayanne iba a presentar su disco “Madre Tierra”, y sin pensarlo viajó a Ciudad de México. Lo primero que Kembly empacó para su viaje fue una manta gigante que siempre había llevado a los conciertos del artista en la que se lee: “Elmer ¿quiéres bailar conmigo?”. Los sueños siempre hay que visualizarlos, aseguró Kembly, porque a ella se lke hizo realidad conocer de cerca a Chayanne, recibir un abrazo yb beso de él, y que le firmara la manta que con tanto cariño conserva. Laura Ruby Ve Durán no ha tenido la fortuna de tomarse una fotografía con Chayanne, pero confía en que algún día ese sueño se cumpla. Lo que más admira del cantante es que ha llevado una carrera sin escándalos, ser un ejemplo como padre de familia y respetar a su público.
Son más de 30 años en los que Laura ha seguido a su artista. Ha formado parte del Club Oficial en Mérida de “Apasionadas por Chayanne”, el cual ha dejado un tiempo por cuestiones de trabajo. En esas reuniones, sus integrantes comentaban todo sobre lo que hacia el artista y es motivo de fiesta cuando se anuncian conciertos del cantante en Mérida o algún punto cercano al Estado. Cuentan con playeras, tazas y miles de fotografías del boricua.
Laura Vera sueña con tomarse una foto con el artista, por lo pronto, nunca olvidará que en un concierto, estando en las primeras filas, el cantante la tomó y besó la mano sin quitarle la mirada: “fue un momento inolvidable”, contó con mucha emoción.
Como las historias de Kembly Puerto y Laura Ruby Ve Durán hay muchas, y se escribirán más con la llegada del cantante a Mérida.