Mala planeación
Paraderos rotos, estaciones sin infraestructura, caos y quejas de usuarios
Se estima que alrededor del 58 por ciento de la población que reside en esta ciudad capital requiere y ocupa del servicio de transporte público en cualquiera de sus modalidades, sin embargo, el panorama al que se enfrentan de manera cotidiana no es agradable, pues califican de mala planeación la falta de paraderos, mientras que al mismo tiempo denuncian estaciones en pésimas condiciones, rotas y abandonadas, entre otras inconformidades. Por si no fuera suficiente, los campechanos también se quejan de que en lugares de mayor afluencia de usuarios, ni siquiera existen paraderos, tal es el caso de la avenida Lázaro Cárdenas justo a la altura del Hospital General de Especialidades, donde a diario transitan un número mayúsculos de usuarios en espera del transporte. Indicaron que esta mala planeación impacta de manera colateral al sector social, pues la falta de estrategia, desarrollo e inversión por parte de las autoridades deja entre ver una negligencia e ineficiencia en la dotación de servicios.
En cuanto a los paraderos existentes, los ciudadanos señalaron que la mayoría se encuentran en condiciones precarias, muchos oxidados, rotos, mal pintados, sin bancas y sin techos. Mencionaron que en la ciudad no hay un solo paradero digno, en buenas condiciones y de presentación urbana de calidad. Añadieron que además,
existen paraderos mal ubicados, y que por las noches en algunos sitios de espera, es un peligro debido a que ni siquiera cuentan con una luminaria cercana, lo que provoca un escenario idóneo para maleantes.
Los demandantes señalaron que es necesaria una inversión urgente para remodelar y reacondicionar estos espacios, pero principalmente lanzaron el llamado a las instancias a realizar un trabajo de campo al integrar un levantamiento de los paraderos para así mejorarlos e identificar cuales requieren ser removidos, así como construir en donde no existen pero se requieren.
Para los usuarios de transporte colectivo con itinerarios al interior del estado y comunidades aledañas, el panorama replica, pues ni los transportistas ni los usuarios cuentan con una estación especial.
El caos que se vive a diario en la zona cercana al mercado principal Pedro Sáenz de Baranda genera complicaciones no solo al tráfico vehicular, sino en la afluencia de comerciantes, turistas y visitantes.
Los pasajeros, debido a la alta demanda y pocas unidades en circulación, tienen que esperar por horas para tomar una ruta, pero el problema se expande cuando se forman las kilométricas filas de espera, ya que madres de familia, señores de la tercera edad y mujeres embarazadas tienen que esperar de pie ante las inclemencias del tiempo.