El gato negro
Todas las noches María Paula soñaba que tenía un hijo, incluso sus brazos podían sentir el movimiento de aquella criatura que durante el lapso de un año misteriosamente experimentó.
La protagonista de esta historio, quien es originaria del Kilómetro 36 en el municipio de Escárcega, declaró que el suceso le aconteció hace 5 años aproximadamente, en ese entonces ella cuidaba a sus tres hijos, de edad escolar, mientras su esposo se encontraba en los Estados Unidos.
Paula recordó que en las mañanas se cuestionaba porqué soñaba con un bebé tanto que hasta sus brazos podía sentirlo. Aunque explicó que los primeros meses no le pareció extraño, fue después del quinto mes consecutivo cuando se percató que en su hamaca había pelos como
de un animal.
Por más cerrada que estaba su humilde morada, los sueños persistieron hasta que cierto día, la visitó una de sus hermanas de la ciudad de Escárcega, para llevarle despensa y saber de su salud. Debido a las lluvias, fue muy difícil que abordara el camión de regreso, por lo que terminó quedándose en la casa. Como pudo, Paula abrió un espacio y durmió con los chamacos, dándole la hamaca a su familiar.
Por la premura de que amaneciera, no pudo pestañar ni por un momento la visitante, pero se quedó meditando acostada en lo que haría al día siguiente, cuando de pronto escuchó ruidos en un pequeño espacio de la lámina del techo de donde descendió un gato negro. Inmóvil al ver lo que acontecía, la hermana de Paula empezó a escuchar el ronroneo del animal que se paseaba debajo de la hamaca.
Lo más impactante fue que antes de que brincara a la hamaca, el felino emitía sonidos extraños como los de un bebé recién nacido con hambre.
Al brinco hacia la hamaca, la escarceguense pegó un grito que despertó a todos los de la casa.
Al encender la luz, el animal ya se había encaramado a la lámina del techo y había escapado como de costumbre, por lo que al darse cuenta la hermana de Paula le indicó lo que tenía que hacer para evitar que el animal regresara. Aunque Paula reveló que al tapar el hueco jamás volvió a soñar con un bebé, aún se cuestiona porqué no pudo despertar al sentir al gato en su hamaca y tampoco halló explicación sobre los ruidos del gato.