Prohibido
No a las peleas de perros
Los avances a nivel legislativo contra el maltrato animal han tomado gran impulso en los últimos tiempos en Latinoamérica. En este caso, el protagonista de la noticia es México. Y es que el país azteca ha dado un gran paso al lograr la prohibición total y, a nivel nacional, de la peleas de perros.
Si bien en la actualidad, en muchas de los 32 entidades federativas en las que se divide el país, no está permitida este tipo de actividad, no existe una política nacional en contra de este accionar.
Por eso, el Senado mexicano aprobó una reforma del Artículo 87 BIS 2 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. Así, además de prohibirse la realización de peleas de perros, se obliga a los gobiernos federal, estatal y municipal, a que se otorgue un trato digno a los canes. Actividad arraigada
Las peleas de canes suelen ser moneda bastante corriente para ciertos sectores de la sociedad mexicana. Y, la organización de estos actos de forma clandestina, son denunciados a menudo por organizaciones que defienden los derechos de los animales.
Si recordamos Amores perros, la ya legendaria ópera prima del director mexicano Alejandro González Iñárritu, caeremos en la cuenta de que, una de las historias, giraba en torno a peludos involucrados en este cruel negocio. Pero también, el hecho de que las peleas de perros se prohibieran recientemente en todo el territorio de los EE.UU., hizo que muchos ciudadanos de ese país crucen a México para seguir lucrando con este tema.
Es que, en territorio de Donald Trump, también es ilegal asistir a esos encuentros.
Los perros no hacen este tipo de cosas naturalmente, dicen los expertos. Pero muchos son entrenados por hombres que sonríen, alientan y hacen apuestas, mientras sus animales se hacen pedazos. Para los "hombres de los perros" —casi siempre son hombres—, la reputación es la moneda que importa.