Un negocio para las mafias
De todas formas, convengamos que con solo la modificación de una norma no se termina con un delito. De aquí en más deberán multiplicarse los controles para evitar que las peleas de perros continúen desarrollándose de manera clandestina. Es que, a pesar de los avances a nivel legislativo, las riñas de canes siguen siendo un negocio rentable. Por ejemplo, en EE.UU., es un fenómeno que atañe, principalmente, a las pandillas y a distintas organizaciones mafiosas. Y está focalizado, sobre todo, en los estados del sur y del este. Se trata de un hecho ilícito bastante difícil de combatir, debido a que estos grupos se mueven de forma muy hermética, gracias a la telefonía móvil e internet. Es que, a través de mensajes encriptados, se organizan peleas y se convoca a los apostadores. Volviendo al territorio mexicano, suele mencionarse a Aguascalientes, por ejemplo, como un lugar donde las peleas de perros parecen ser cosa de todos los días. Pero no solo a nivel de apuestas. A veces, se hacen por el solo hecho de medir fuerzas entre oponentes. O, aunque cueste entenderlo, para contemplar como dos perros se destrozan. Así que, es de esperar, que los avances en materia de legislación permitan ir erradicando este maltrato atroz que algunos humanos ejercen contra estos seres indefensos. Pero ademas, muchos de estos animales son calificados, también por algunas leyes, como perros potencialmente peligrosos.