La juventud rebelde de Chile

Los gritos de libertad de tres generaciones que hacen eco en las gargantas de muchachos que ahora alzan la voz para hacer realidad el sueño de abrir las “grandes alamedas”, como lo profetizó Salvador Allende en su último discurso antes de morir tras el golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973, se reúnen en ‘‘Chile: juventud rebelde‘‘, de Ariel Dorfman (1942). El autor —quien fuera consejero cultural y de prensa del jefe de gabinete del presidente Allende durante los últimos meses de su mandato— se pregunta por qué la juventud chilena se ha revelado, por qué se arriesga a ser apaleada, recibir balines en los ojos, ser encarcelada, violada y hasta asesinada por las fuerzas represivas, qué clase de rabia es la que impulsa a los jóvenes a salir a las calles a protestar.

Las raíces de la crisis

La respuesta en esta entrega de la colección ‘‘Vientos del Pueblo’’, del Fondo de Cultura Económica (FCE) —ilustrada con fotografías captadas por Víctor Ruiz Caballero (1969) durante las protestas de Santiago—, llega de su experiencia como exiliado de la dictadura militar y la de su hijo intentando regresar a su país ya sin dictadura, pero aún sin espacios para las grandes mayorías. Al inicio del texto, de acuerdo con el propio FCE, el catedrático de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, refiere que su intención es explicar a los lectores extranjeros “la profunda desazón que sienten hoy los jóvenes chilenos, su rabia, su necesidad de salir a las calles a protestar contra un gobierno y una élite que no los incluye ni escucha o aprecia”, afirma.