Advertencia
Cuando sufres de diabetes, tu bienestar y salud se transforman en una prioridad diaria que trae cambios a tu estilo de vida en todo sentido.
Revisiones constantes de tus niveles de azúcar en la sangre, administrarse dosis de insulina, asegurarse de comer saludablemente, encontrar tiempo para hacer ejercicio y visitas rutinarias al doctor se transforman en parte del día a día de una persona con diabetes.
Cuidados esenciales
Y no es para menos, ya que una diabetes que no esté bajo control puede ayudar a desarrollar otras serias condiciones médicas como enfermedades del corazón, deterioro de órganos vitales, condiciones respiratorias, desbalances en la presión arterial, diferentes tipos de cáncer y diabetes, entre otras.
Adicionalmente, las personas que batallan contra la diabetes también tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas en los pies y de no ser tratados a tiempo, pueden causar desde la pérdida de la sensibilidad hasta amputaciones.
Secuelas en los pies
Según lo explica el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, un alto porcentaje de personas con diabetes desarrolla neuropatía o daños en los nervios de los pies.
Cosquillas, adormecimiento, hormigueo y dolor son algunos de los síntomas que pueden indicar que algo no está del todo bien con tus pies.
Otros padecimientos
La Asociación Americana de la Diabetes además añade que otras condiciones que se pueden desarrollar en los pies debido a la diabetes son resequedad extrema en la piel, úlceras y pobre circulación de sangre, entre otras.
Es por ello que estar muy pendiente de tus pies resulta indispensable para detectar a tiempo cualquier complicación y así poder realizar el tratamiento necesario.
Consejos para pies saludables
Expertos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades ofrecen estas recomendaciones para el bienestar de tus pies:
Un vistazo de tu doctor: cada vez que visites a tu doctor, pídele que le de una mirada a tus pies para cerciorarse de que todo se encuentre bajo control. Además, un experto te podrá asesorar sobre actividades, cuidados y rutinas que puedas incluir en tu diario vivir.
Revísalos todos los días: es importante que des una mirada a tus pies en búsqueda de señales como cortadas, inflamación, coloración rojiza, dolores, ampollas, callosidades o cambios de color en el área de las uñas.
Límpialos todos los días: lava tus pies con agua tibia y evita mantenerlos sumergidos en agua. Sécalos completamente, especialmente el área entre tus dedos. Mantenlos humectados.
No camines descalzo: caminar con calzado te permitirá evitar lesiones en tu pies, ya que una simple cortadura se puede transformar en algo mucho más serio si tienes diabetes.
Levántalos: durante tu día, tómate un momento para sentarte y levantar tus pies. Esto te ayudará a que tus extremidades inferiores tengan un descanso, en especial cuando tienes que estar de pie por tiempos prolongados.
Señales de riesgo
Hay señales que se deben tomar muy en serio que inequívocamente indican que debes consultar a tu médico. Presta atención a estos síntomas:
Constante hormigueo, ardor o dolor en tus pies.
Pérdida de la habilidad de sentir calor o frío en los pies.
Pérdida de vellosidad en las parte inferior de las piernas y los pies.
Resequedad extrema que genere grietas en la piel.
Cambios en el color de la piel de tus pies. Heridas, ampollas, cortaduras y dolores en tus pies que no mejoren.