Longcovid
El delirio que podria valverse un padecimiento cronico
Un grupo de investigadores se interesó por conocer el riesgo que el SARS-CoV-2 desarrolla en el sistema nervioso central (SNC), ya que algunos de los pacientes recuperados de la covid-19 presentan deterioro cognitivo, por lo que los expertos temen que en el futuro desencadenen la enfermedad del Alzheimer u otras demencias.
Pese a que hace más de un año se detectó el primer caso del nuevo coronavirus, en la actualidad, aún es escasa la evidencia científica respecto a las consecuencias que produce en las personas que atravesaron la enfermedad y fueron dadas de alta más tarde.
Fue así que, investigadores de la Asociación de Alzheimer en Chicago, Estados Unidos (EU), junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) crearon un consorcio internacional, en el que participan más de 30 países, para estudiar las consecuencias de la enfermedad en el sistema nervioso central, a corto y largo plazo.
Para estos efectos, el grupo de investigación analiza 22 millones de casos de la covid-19. De acuerdo con una publicación de la asociación, los participantes serán evaluados con un plan de seguimiento que se desplegará en etapas de seis, nueve y 18 meses.
Según los investigadores de este trabajo, cuando la pandemia llegue a su final, una de cada 200 personas habrá padecido la enfermedad de la covid19 en todo el mundo, de las cuales la mayoría sobrevivirá.
Sin embargo, un gran número de recuperados padecerá las secuelas de la infección y algunos de estos efectos secundarios podrían convertirse en crónicos. Los estudiosos del coronavirus denominan a este fenómeno como "Longcovid", capaz de desarrollar una discapacidad o la disminución de la calidad de vida del sobreviniente a la enfermedad.
Además, aseguraron que afectará desmedidamente a los grupos más vulnerables de la población, intensificando las desigualdades a nivel social.
Los científicos relataron que, desde 1918, cuando se desató la pandemia de influenza, la evidencia científica demostró que los virus respiratorios provocan patologías cerebrales crónicas, en las que el funcionamiento cognitivo se deteriora irreparablemente. Algunos de estos efectos producen anomalías en el ciclo del sueño, así como demencia y enfermedades psicóticas.