Su sintomatología
La sobrepronación del pie provoca que durante las pisadas el peso se sustente sobre la parte interna. Esto puede desencadenar numerosos síntomas. Uno de los más frecuentes es que los pies estén planos.
Del mismo modo, pueden aparecer callos en la parte interna o dedos en martillo.
Estos últimos son una deformidad que consiste en que alguno de los dedos adopta una posición similar a una garra.
Las personas que tienden a realizar sobrepronación suelen tener dolor en el arco del pie. Este dolor también afecta a las articulaciones, como la rodilla o la cadera. Al no amortiguar de forma adecuada el impacto es absorbido por las zonas superiores de los miembros inferiores.
Incluso se puede afectar la espalda. Los ligamentos y los tendones también sufren. Por eso se relaciona con patologías como la tendinitis del tendón de Aquiles y la fascitis plantar. Del mismo modo, la sobrepronación del pie se relaciona con un mayor riesgo de que aparezca un espolón calcáneo. Un estudio realizado en la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de Sevilla explica que este mecanismo puede asociarse al síndrome piramidal del corredor. Es un problema que causa dolor y adormecimiento en los glúteos y la parte trasera de la pierna. Se produce porque el nervio ciático queda comprimido por el músculo piramidal.