GUILLERMINA BUSCA SALIR ADELANTE
“LA PANDEMIA HA DEJADO MUCHAS AFECTACIONES, PERO NO PIERDO LA ESPERANZA”, GUILLERMINA ACOSTA
La esperanza por continuar con sus puntos de ventas mantiene firme a los comerciantes del centro de Culiacán, esto después de tornarse dificultades por cierres de calle, negocios y poca afluencia de personas en las calles de la ciudad.
Guillermina Acosta, una adulta mayor que lleva más de 40 años trabajando como comerciante ambulante en las calles del centro de Culiacán, dijo que para lograr continuar con sus ventas ha tenido que pedir prestado con proveedores.
> Economía
“La situación económica está muy difícil, pero tengo fe de que algún día vamos a salir de esto, por lo pronto es echarle ganas día con día para salir adelante con el trabajo y las deudas para poder comer”, expresó la comerciante. La vendedora de frutas de temporada como ciruela, fresa, mango, uvas, guayaba, naranjitas, coco y demás, explicó que desde el inicio de la pandemia ha vivido dificultades constantes para poder llevar el sustento a casa.
Guillermina dijo que ya lleva alrededor de 7 mil pesos que debe a sus proveedores para poder continuar trabajando, pues el sostener su negocio no ha sido fácil, pero no se rinde ante las circunstancias que le ha dado la vida con la contingencia sanitaria.
> Ventas
Asimismo, manifestó que durante el mes de diciembre lograron ver un poco de luz en el comercio local del centro, pero al pasar los meses volvieron otra vez a las mismas dificultades y a tener que pedir prestado para continuar con el trabajo. “Ahora que sí, ni venta ni gente se ven por el centro, está muy solo”. La adulta indicó que ya pasó un año de la pandemia, por lo que el miedo al contagio ya no es el principal problema, sino que las pérdidas de empleo dejaron a muchas personas sin un sustento y sin ello los comercios no pueden tener buenas expectativas de ventas, pues las personas que visitan el centro no llevan dinero para consumir. La comerciante añadió que lo que más busca la gente es la fruta de temporada como la fresa y el mango, pero a veces no logra vender ni los 200 pesos al día.
“No tenemos otra fuente de ingreso, tenemos que seguir para sacar a adelante a nuestra familia”.
Por último, la comerciante dijo que no tienen ganancia, que lo poco que venden es para malcomer y continuar trabajando, abonando y quitando prestado para sostenerse en el comercio.