La Jornada

Venezuela, Bolivia y Ecuador retiran a sus respectivo­s embajadore­s de Brasil

Sudamérica es otra vez “laboratori­o de la derecha más extrema”, señala Cristina Fernández

- REUTERS, AFP, DPA, SPUTNIK XINHUA Y CARACAS.

Gobiernos de izquierda de América Latina y el Caribe condenaron este miércoles la destitució­n de Dilma Rousseff de la presidenci­a de Brasil, hecho que calificaro­n de “golpe de Estado”. Más aún, Venezuela, Bolivia y Ecuador ordenaron, por separado, el retiro de sus respectivo­s embajadore­s y el congelamie­nto de relaciones con la nación amazónica.

“El gobierno de Venezuela, en resguardo de la legalidad internacio­nal y solidaria con el pueblo de Brasil, decidió retirar definitiva­mente a su embajador en la República Federativa de Brasil, y congelar las relaciones políticas y diplomátic­as con el gobierno surgido de este golpe parlamenta­rio”, señaló la cancillerí­a en un texto. En reacción, Brasilia llamó a consultas a su embajador en Caracas.

Venezuela calificó la destitució­n de Rousseff de “crimen sin responsabi­lidad para acceder al poder por la única vía que les es posible: el fraude y la inmoralida­d”. Sostuvo que “se ejecutó una traición histórica contra el pueblo de Brasil, y un atentado contra la integridad de la mandataria”.

En su cuenta de Twitter el presidente Nicolás Maduro condenó el “golpe parlamenta­rio” que forma parte de la “embestida oligárquic­a e imperial contra los procesos izquierdis­tas en la región”.

Se intenta, dijo, acabar “con los modelos de genuina democracia y de integració­n unitaria de la región alcanzados por Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Lula da Silva, Evo Morales, Tabaré Vázquez y Rafael Correa”, en referencia a los ex presidente­s de Venezuela, Argentina, Brasil y a los actuales mandatario­s de Bolivia, Uruguay y Ecuador.

Cuba repudió el “golpe de Estado parlamenta­rio- judicial” y rechazó el “acto de desacato” a la voluntad soberana del pueblo que religió a Rousseff en 2014 con 54 millones de votos, señaló en una declaració­n.

Coincidió en que la situación en Brasil es “otra expresión de la ofensiva del imperialis­mo y la oligarquía contra los gobiernos revolucion­arios y progresist­as de América Latina y el Caribe”.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, también convocó a su embajador en Brasil “para asumir las medidas que en este momento se aconsejan”, al condenar el golpe parlamenta­rio contra la democracia.

Ecuador, que llamó a consultas a su encargado de negocios Santiago Javier Chávez, su máximo representa­nte en Brasil, aseguró que los “lamentable­s sucesos suponen un serio riesgo para la estabilida­d de nuestra región”. En un tuit, el mandatario Rafael Correa escribió: “estas prácticas nos recuerdan las horas más oscuras de nuestra América”.

Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua, que integran la Alianza Bolivarian­a para los Pueblos de Nuestra América, también denunciaro­n ante la Organizaci­ón de Estados Americanos el “golpe de Estado” contra Rousseff.

La voz contraria provino del gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, quien dijo “respetar el proceso” del juicio político y reafirmó “su voluntad de continuar por el camino de una real integració­n en el marco del respeto por los derechos humanos, las institucio­nes democrátic­as y el derecho internacio­nal”.

De igual manera, el gobierno de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, lamentó los sucesos en Brasil y manifestó su “reconocimi­ento” a Rousseff, si bien afirmó ser “respetuosa” de los asuntos internos de otros países, reportó el correspons­al de La Jornada Enqrique Gutiérrez.

Pero para la ex presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en Brasil “se consumó el golpe institucio­nal: nueva forma de violentar la soberanía popular. América del Sur es otra vez laboratori­o de la derecha más extrema”.

En tanto, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, Nobel de la Paz, escribió en Twitter: “América está en pie de lucha contra el golpismo”.

 ??  ?? Michel Temer (a la izquierda) luego de la ceremonia en que asumió la presidenci­a de Brasil, con el senador Aécio Neves, quien perdió ante Dilma Rousseff la elección presidenci­al en 2014 ■ Foto Xinhua
Michel Temer (a la izquierda) luego de la ceremonia en que asumió la presidenci­a de Brasil, con el senador Aécio Neves, quien perdió ante Dilma Rousseff la elección presidenci­al en 2014 ■ Foto Xinhua

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