Rousseff pide al STF anular el fallo...
El gobierno del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, calificó la destitución de Dilma Rousseff de “profunda injusticia”, más allá de las formas legales invocadas, en una declaración en la que señaló que su país “aspira a que en el marco de la institucionalidad democrática, el pueblo brasileño alcance sus objetivos de estabilidad y desarrollo”.
El ex presidente uruguayo José Mujica (2010 y 2015) afirmó que “en Brasil hubo un golpe de Estado que fue decidido en otra parte”, aunque no precisó dónde. Declaró que “fue una decisión política de la derecha, que buscó reacomodar el artilugio jurídico a los efectos de tener ciertas cosas para presentarse ante la opinión del pueblo y del mundo.
“El golpe de Estado estaba anunciado. Hace poco tiempo vino el canciller de Brasil (José Serra) y nos dijo a boca de jarro que eso estaba decidido”, reveló.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, expresó el interés de Washington en “mantener la fuerte relación bilateral” entre “las mayores economías y democracias del hemisferio”, informó la presidencia brasileña, mientras los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; de Perú, Pedro Pablo Kuczynski; y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, “felicitaron”, por separado, a Temer.
La reacción fue opuesta por parte de los gobiernos de izquierda de América Latina, que el miércoles condenaron la destitución de Rousseff.