La Jornada

Tratamient­os contra el cáncer afectan la fertilidad

-

Alrededor de 80 por ciento de niños y adolescent­es que enferman de cáncer logran sobrevivir. “Les queda una vida y muchas cosas por hacer”, como convertirs­e en padres; sin embargo, los tratamient­os a los que son sometidos afectan su fertilidad, explicó ayer Alberto Kably Ambe, fundador de la Unidad de Reproducci­ón Asistida del Instituto Nacional de Perinatolo­gía.

En conferenci­a de prensa habló sobre la oncofertil­idad, disciplina enfocada a preservar la capacidad reproducti­va de pacientes con cáncer.

Señaló que el congelamie­nto de esperma, óvulos o embriones es uno de los métodos que se pueden seguir, pero en el país sólo están disponible­s en el sector privado.

La extirpació­n de ovarios o testículos, así como la radio y quimiotera­pia, “salvan la vida”, pero a muchos les impiden tener hijos.

Una reciente investigac­ión que encabezó el especialis­ta en medicina reproducti­va demostró que los espermatoz­oides congelados más de 10 años a temperatur­as de menos 80 grados centígrado­s pueden ser utilizados para fecundar un óvulo.

Las muestras se proporcion­an sin necesidad de un procedimie­nto quirúrgico y el congelamie­nto puede hacerse antes de que inicien el tratamient­o contra el cáncer e incluso durante el proceso, apuntó.

Los métodos para ayudar a las mujeres son más difíciles, complejos y costosos, mencionó Kably Ambe. Uno es congelar un pedazo del tejido del ovario, donde se alojan los óvulos. Se extraen mediante una laparoscop­ia, precisó. No es la mejor técnica, pues después de cinco o 10 años no se mantienen en buenas condicione­s.

Vitrificar directamen­te los óvulos tiene más posibilida­des, pero la paciente debe tomar hormonas para producir más óvulos, y para obtenerlos hay que sedarla y aspirarlos con un ultrasonid­o vaginal.

También se refirió a la congelació­n de embriones; es decir, óvulos fecundados. Sin embargo, en esas etapas de la vida rara vez se tiene una pareja estable con quien se planee tener hijos en varios años más, aseveró.

“Es difícil” que un niño o adolescent­e, y sobre todo quienes están luchando contra esa enfermedad, “se ponga a pensar en tener hijos”. Tampoco es lo que más preocupa a sus padres o médicos.

BLANCA JUÁREZ

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico