Elecciones municipales en Brasil, marcadas por la violencia, admite tribunal electoral
Una preocupante serie de asesinatos de candidatos marcan las campañas de las elecciones municipales en Brasil, luego de que José Gomes da Rocha, aspirante a la alcaldía de la localidad de Itumbiara, en el estado céntrico de Goiás, y otras dos personas, murieron el pasado miércoles al ser alcanzados por disparos durante un ataque contra el convoy en que viajaban.
En el atentado también murió un policía militar, mientras el agresor, identificado como funcionario de la alcaldía, fue abatido por la seguridad del vicegobernador regional José Eliton, quien resultó herido, según informe de la agencia estatal Brasil.
Aeste crimen se suma el asesinato de Marcos Vieira de Souza, conocido como Falcon, candidato a concejal del PP (derecha), ocurrido el lunes pasado, cuando fue abatido por encapuchados de las milicias paramilitares en Madureira, norte de Río de Janeiro.
Los crímenes se centran principalmente en el estado de Río de Janeiro, donde han ocurrido 15 asesinatos de candidatos en los últimos nueve meses, aparentemente ligados a la presencia de grupos paramilitares y al crimen organizado.
Estos atentados podrían tener móviles políticos, admitió el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) Gilmar Mendes, quien añadió que es “preocupante el cuadro de violencia en la campaña de las elecciones municipales del próximo 2 de octubre”, y pidió celeridad al ministro de Justicia, Alexandre Moraes, para que la Policía Federal investigue los homicidios.
Por su parte, Raúl Jungmann, ministro de Defensa de Brasil, informó este jueves que 25 mil soldados brindarán seguridad y apoyo logístico en las elecciones que se celebrarán este domingo en 266 municipios de 14 estados brasileños.
En rueda de prensa en Brasilia y tras reunirse con el presidente Michel Temer, el ministro resaltó que los uniformados actuarán como soporte de las autoridades electorales.
En Oslo se habló de que este pacto, con el que se pone fin a 52 años de conflicto armado, es analizado para ser considerado para el premio Nobel de la Paz que se entregará la semana próxima, y podría ser compartido por los dos firmantes: Santos y Londoño.
“El acuerdo es uno de los candidatos al premio de la paz más obvios que he visto”, afirmó Asle Sveen, historiador que sigue los premios. Aun así, manifestó que podría depender de la votación por el sí en el referendo del domingo.
En otro orden, las FARC pidieron perdón por la matanza de 79 personas en mayo de 2002 durante un ataque a la iglesia del pueblo de Bojayá, departamento del Chocó, en el noroeste de Colombia, se informó al cierre de esta edición.
En este contexto, el guerrillero Ejército de Liberación Nacional liberó a un agricultor de arroz que tenía en su poder y lo entregó al Comité Iternacional de la Cruz Roja en la frontera con Venezuela. Santos condicionó el inicio de negociaciones con este grupo insurgente a que libere a todos los secuestrados.