Recursos suficientes para educación superior, pide Fernández Fassnacht
■ El galardón se entrega “en las condiciones más precarias a las que ha llegado nuestro país, por lo menos en las pasadas 10 décadas”, afirma Cuauhtémoc Cárdenas, en el Palacio de Minería
Una vez que el Centro Lázaro Cárdenas y Amalia Solórzano entregó su máximo reconocimiento al Instituto Politécnico Nacional (IPN), el director general de esta casa de estudios, Enrique Fernández Fassnacht, pidió hacer frente a los desafíos educativos en México, que incluyen financiamiento suficiente para las instituciones públicas de enseñanza superior, incrementar su cobertura, mejorar las condiciones laborales y salariales de los académicos, así como abatir el analfabetismo y el rezago educativo.
En el Palacio de Minería, Cuauhtémoc Cárdenas resaltó que el Premio Amalia Solórzano de Cárdenas se entrega este año “en las condiciones más precarias a las que ha llegado nuestro país, por lo menos en las pasadas 10 décadas”, y que han generado una “situación de deterioro social y material, así como pérdida de esperanzas como no habían conocido las nuevas generaciones”.
Mientras, Félix Hernández Gamundi, integrante de la Fundación para la Democracia, consideró que fortalecer al Politécnico “es una buena forma de resistir hasta revertir las reformas estructurales neoliberales; es una buena manera de insistir en generar conocimiento científico y tecnológico para proteger, aprovechando los grandes recursos de la patria”.
Sostuvo que el IPN “necesita ser una institución abierta al pueblo y sensible a sus necesidades; un espacio de encuentro de las familias y de la sociedad; no puede ser una institución cerrada, amurallada, eso lo aisla y lo debilita”.
Proyecto de nación integral, equitativo y humanista
Ante los rectores de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue, y de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Medardo Serna González, Fernández Fassnacht afirmó que en la actualidad es necesario “volver a convertir la educación en un eje rector para la viabilidad de un proyecto de nación integral, equitativo, humanista, pacífico y sustentable”.
Planteó que es una tarea que compete a todos y que “seremos una nación más democrática y justa cuando alcancemos la meta, tantas veces postergada, de abatir por completo el analfabetismo que hoy sigue afectando a cinco de cada cien mexicanos”, así como superar el rezago educativo de millones de personas mayores de 15 años.
Consideró que los avances nacionales en el sector son importantes pero insuficientes para el tamaño de los retos, por lo que una educación acorde a las necesidades del siglo XXI debe poner en el centro del aprendizaje modelos educativos que incentiven el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
En cuanto a educación supe- rior, ciencia, tecnología e innovación, el director del IPN dijo que se requiere de una adecuada coordinación para que “en el marco de la autonomía y de las especificidades institucionales, se propicie una mejor gobernanza”.
Cárdenas resaltó que priva en el país el desprestigio institucional en lo interno y frente al exterior, así como descrédito e insensibilidad social de los más altos funcionarios de la administración pública, de dirigentes políticos y de los negocios; corrupción rampante, delincuencia incontrolable.
También citó “dependencia del exterior, férrea y depredadora; crecimiento insuficiente de la economía, creciente desigualdad social y número de pobres que no deja de aumentar”, además de migración de trabajadores mexicanos y migrantes extranjeros, que son vejados y extorsionados en el país.
Apuntó que la descomposición comenzó cuando se impusieron las políticas neoliberales y se entró en un proceso de agudización con las reformas estructurales. En el caso de la educativa, empezó por “hacer de la evaluación punitiva del magisterio, el eje de la política oficial, constituyéndose en la punta de lanza de la pérdida de derechos laborales y la represión política del profesorado”.
El ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México convocó a construir una mayoría política y social entre todos los que “estén deseosos y dispuestos a contribuir al cambio. Habrá que ir paso por paso por toda la nación para lograr unidad y organización en cada población, en cada municipio, entre los diferentes sectores sociales, que al formar mayoría cuenten también con capacidad de movilización para imponerse democráticamente”.