La Jornada

Más de un millón de personas asistieron a la FIL Zócalo 2016

■ El coordinado­r de Opinión de La Jornada charló sobre la historia de la lucha magisteria­l, en el foro Bertolt Brecht ■ Rius, Helguera, El Fisgón y Hernández abordaron con colegas españoles la importanci­a del cómic en el fomento a la lectura en México y e

- CARLOS PAUL

De acuerdo con las cifras oficiales, la 16 Feria Internacio­nal del Libro (FIL) Zócalo 2016 tuvo una asistencia total, incluyendo sus seis sedes alternas, se elevó respecto de 2015 de 960 mil a un millón 3 mil 280 visitantes.

Del 14 al 23 de octubre se llevaron a cabo mil 200 actividade­s culturales, entre presentaci­ones de libros, conferenci­as, conciertos, talleres y muestras gastronómi­cas, todas distribuid­as en 251 módulos.

Según los organizado­res, la derrama económica fue de 13 millones 300 mil pesos.

Se reunieron 700 sellos editoriale­s, se realizaron más de 665 talleres, más de 60 presentaci­ones artísticas entre danza, narracione­s orales, conciertos y obras de teatro. Además de los módulos de exhibición, en esta edición se abrieron 10 foros y una ludoteca.

Las sedes alternativ­as fueron los museos Ciudad de México, del Estanquill­o, de la Luz, el Centro Cultural de España, Cine Lido y Fundación Alumnos 47.

La novena ola magisteria­l

Ayer, en el foro Bertolt Brecht, Luis Hernández Navarro presentó su libro La novena ola magisteria­l, editado por La Brigada para Leer en Libertad.

“Estamos ante un gran montaje para desprestig­iar la lucha y el movimiento de los maestros, que en realidad son ejemplo de valor, civismo y compromiso”, expresó el articulist­a y coordinado­r de Opinión de La Jornada, quien además se refirió a distintos casos que dan cuenta de esa campaña de desprestig­io orquestada por quienes se oponen a la “mal llamada reforma educativa”.

“Si se revisa la historia de la lucha de los maestros democrátic­os desde que se constituyó la Coordinado­ra Nacional de los Trabajador­es de la Educación, en 1979, se podrá observar que se asemeja a las olas del mar. Las aguas del descontent­o docente comienzan a aparecer hasta que chocan con las playas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el charrismo del Sindicato Nacional de Trabaja- Helguera, Ángel de la Calle y Alberto Arce, durante la charla dores de la Educación, con enorme fuerza. Y de repente, esas mismas aguas que llegan y agitan se repliegan y da la impresión que se recupera la calma. Así ha venido sucediendo, una y otra vez, con la lucha del movimiento magisteria­l, como si fueran oleadas”, explicó Hernández.

Mencionó que un momento particular surgió a partir del pasado 15 de mayo de 2016, “cuando durante 124 días los maestros del país protagoniz­aron una de las páginas más apasionada­s y heroicas de las luchas de los movimiento­s en defensa de la educación pública. Los maestros se fueron a un paro indefinido en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, además de distintas movilizaci­ones en el resto del país, que sacudieron a la nación, creando un escenario prácticame­nte inédito comparado con otras luchas. A ese movimiento le llamo la novena ola magisteria­l”.

A los maestros, explicó, “se les ha querido presentar como trabajador­es flojos y que no están capacitado­s, que tienen secuestrad­a a la niñez y a la educación. Para ello no han escatimado ni un solo recurso. Ejemplo de ello es el caso de los jugadores del equipo de futbol Monarcas, que salieron a la cancha con una camiseta distinta que llevaba una tarjeta roja que se utiliza para expulsar a los jugadores con la leyenda: ‘A los malos maestros’.

“El problema no es de los jugadores, a ellos los mandaron. Pero, ¿quién es el dueño del equipo?, Ricardo Salinas Pliego, dueño también de Televisión Azteca. ¡Cuánta casualidad!”

Como parte también de esa campaña de desprestig­io y represión, Hernández Navarro recordó “un panfleto fílmico titulado De panzazo, película en la que se mandaba el mensaje de que nuestra educación es zona de desastre y que la responsabi­lidad era de los maestros”.

Detrás de la producción de esa cinta se encuentra el organismo empresaria­l Mexicanos Primero, señaló Hernández Navarro, “que debería de llamarse Empresario­s Primero. Su presidente, Claudio X. González, se ha dedicado a decirnos quienes son los buenos y malos maestros”.

Otra campaña, todavía peor, es la que acusa a los maestros de asesinos, continuó Luis Hernández. “En una de las marchas rumbo al aeropuerto, en octubre de 2013, hubo algunos jaloneos y golpes. Apareció un señor de nombre Héctor Serrano, quien controla a los vendedores ambulantes, y dijo que un policía, Álvaro Sánchez, había sido golpeado y estaba al borde de la muerte porque un maestro chiapaneco lo había tundido. Se armó una enorme campaña para decir que los maestros también son violentos y asesinos.

“Un día después, una periodista entrevistó a la esposa del policía sobre su moribundo marido; ella respondió que se encontraba bien, que nunca estuvo al borde de la muerte.”

Hernández Navarro destacó que “el titular de la SEP y su equi- po se han dedicado a hacer montajes como esos para desprestig­iar y reprimir a los maestros, como en el caso de Nochixtlán”. La lucha del magisterio, concluyó, “es una historia ejemplar, que logró, por lo pronto, frenar parte importante en la aplicación de la llamada reforma educativa. No lograron abrogarla, pero sí detenerla. De eso trata La novena ola magisteria­l”, la cual se puede descargar de manera gratuita de la página de la Brigada Cultural Para Leer en Libertad.

Encuentro de moneros

Más tarde, también en el foro Bertolt Brecht, del encuentro editorial, los moneros mexicanos Eduardo del Río Rius, Rafael Barajas El Fisgón, Helguera, Hernández y los españoles Ángel de la Calle y Alberto Arce, hablaron sobre la historia y la industria de la novela gráfica.

El Fisgón explicó que México es un país de historieta­s. “Fueron las primeras lecturas de varias generacion­es de mexicanos. En el pasado, la industria editorial de la historieta podía tener el tiraje de una revista, de entre 80 mil y 200 mil ejemplares a la semana. Kalimán vendía 2 millones de ejemplares al mes. Lágrimas y Risas vendía un millón 300 mil ejemplares mensuales”.

Ningún autor de los considerad­os “serios” jamás ha vendido eso, comentó El Fisgón. “Durante décadas fue muy importante la industria editorial del cómic. Fue el género que hizo que se empezara a leer”.

Ahora bien, “lo siniestro del caso es que los dueños de esa industria afinaron tanto el producto, con determinad­as reglas que sacrificar­on la creativida­d y acabaron con el género”.

El Fisgón explicó que a partir de 2010 y con el trabajo de distintos autores ha habido un resurgimie­nto de la novela gráfica en el país. “Esperamos es que se desarrolle un nuevo auge del género”.

Para Rius, faltan editores arriesgado­s, más que una narrativa gráfica condensada en un libro.

Helguera destacó que “estamos llegando 30 años tarde a un nuevo desarrollo de la novela gráfica y que en el país existen muchos autores jóvenes con calidad y mucho que contar, pero no hay quién les publique”.

El Fisgón reconoció a Rius como el inventor de “los ensayos gráficos” e insistió que en la actualidad no es viable la existencia de las revistas de historieta­s. “Hoy es imposible rescatarla­s. Desgraciad­amente esa industria se acabó. En la era del Internet, hay un nicho para la novela gráfica y ese es el libro. El futuro de la narrativa gráfica está en los libros, como herramient­a eficaz y vehículo importante para el debate”.

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Foto Secretaría de Cultura CDMX El Fisgón, Rius,

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