Con diseño de cama inteligente, ganan politécnicos concurso internacional
Con ella sobrellevan suspensión de pagos Jubilados de Mexicana temen cierre de su cafetería en el AICM Además de cinco posiciones, ofrece masaje y aromaterapia
Una vez más existe la amenaza de desalojar la cafetería que trabajadores jubilados de Mexicana de Aviación abrieron hace casi dos años frente a los mostradores de esa aerolínea, en la terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde ofrecen productos 50 por ciento más económicos que el resto de los comercios.
Fausto Guerrero Díaz, presidente de la Asociación de Jubilados, Trabajadores y ex Trabajadores de la Aviación Mexicana (Ajteam), señaló que hace seis años no reciben sus pensiones vitalicias. De acuerdo con varios empleados en retiro, a raíz de este problema han perdido patrimonio, su familia se ha desintegrado y se ha deteriorado su salud.
“La semana pasada otra sobrecargo jubilada falleció de cáncer. Con ella, suman 23 los compañeros que han perdido la vida por falta de atención médica y sin poder cobrar su pensión vitalicia”, lamentó Guerrero Díaz, quien dijo que hace unas semanas trascendió que por segunda ocasión los desalojarían.
En marzo del año pasado, los sobrecargos jubilados inauguraron el negocio, pues desde el cierre de la empresa, en agosto de 2010, se retrasó el pago de pensiones, hasta que de plano se dejaron de cubrir.
Los afectados fueron desalojados con empujones la madrugada del 12 de enero de este año por autoridades del aeropuerto capitalino con apoyo de la policía capitalina, aunque ese mismo día lograron recuperar el espacio. A partir de entonces, expresó el líder de la Ajteam, acordaron con diferentes dependencias, entre ellas la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y del AICM, que se respetaría su plantón en tanto se resuelve el pago de jubilaciones.
A pesar de que algunos usuarios del aeropuerto más importante del país degustan los productos que ofrecen en la cafetería, como postres, café, baguetes, pasteles, refrescos y aguas, Guerrero Díaz indicó que las ganancias no son suficientes para cubrir las necesidades básicas.
“A la fecha no se ha resuelto nuestro tema. Aproximadamente 70 familias dependen de la cafetería para llevar un poco de dinero a sus hogares. No estamos casados con el lugar, pero si no nos resuelven sería lamentable que cierren el local.”
Las consecuencias de la falta de pagos, dijo, se refleja en dos ex trabajadoras, María Antonieta, quien vive en una casa que no terminó de edificar y desde entonces está casi en ruinas, “y a cuenta gotas y con pequeños apoyos ha reconstruido”.
El otro caso es Rogelio Martínez, quien luego de su divorcio por no tener dinero, vive en un pequeño cuarto de azotea, donde a falta de recursos colocó cartulinas en las ventanas para que no pasen el frío o la luz del sol. tuvo integrado por David Campos Genaro, de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas, así como Emmanuel Campos Genaro y Fernando Alcántara, de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, unidades Zacatenco y Azcapotzalco, respectivamente.
David Campos, estudiante de segundo semestre de ingeniería biónica, explicó que su diseño es una cama individual que cuenta con cinco posiciones predeterminadas para el confort del usuario: colchón liso, de lectura, gravedad cero, antirronquidos y descanso de piernas.
Destacó que si ninguna de las anteriores es del agrado del usua- rio, puede elegir manualmente alguna postura y grabarla para que cada vez que utilice la cama, el sistema reconozca su posición favorita.
Expuso que la cama puede conectarse por Bluetooth a cualquier teléfono inteligente con plataforma Android para poder reproducir, en dos bocinas integradas en el respaldo, la selección musical del usuario.
Mediante un sistema de levas redondas de motor (tipo rodillo), el prototipo ofrece masaje en los músculos trapecios, que son los más afectados por la tensión. Para la completa relajación también cuenta con un sistema automatizado de aromaterapia con cuatro fragancias: lavanda, naranja, canela y limón. La integración de todos los sistemas, además del diseño elegante del mueble, convenció al jurado calificador para otorgar a estos jóvenes politécnicos el primer lugar.
En la edición 65 del concurso participaron 300 innovaciones de 20 países, en cinco diferentes categorías: diseño, medicina, eléctrica y mecánica, materiales renovables y desarrollos biológicos.
Con su prototipo, el equipo politécnico logró vencer a competidores de Polonia y Rumania, y fue considerado un producto innovador y rentable por los jueces e inversionistas de la Unión Europea.