El fichaje de Tévez en China, alerta para el resto del mundo
■ La nueva fortaleza financiera de la Superliga es potencialmente un riesgo global para el futbol: Conte ■ Si el Apache cumple dos años con el Shenhua, se embolsará 84 millones de dólares
Según las estimaciones, Tévez ganará más que Messi y Cristiano por su pase al Chelsea, en la que hasta ahora es la transferencia más importante del mercado de invierno en Europa.
Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, criticó la decisión de Oscar: “No tengo ni idea por qué alguien toma este tipo de decisiones. Para mí no es una opción, teniendo en cuenta que la china es una liga en la que no interesa el aspecto competitivo. Es absurdo irse allí con 25 años”.
Tiempo antes, el Shanghai ya se había llevado por 56 mde a Hulk, otro brasileño.
Nombres como los de Alex Texeira y Ramires, el colombiano Giovanni Moreno o el marfileño Gervinho son otros que ya desembarcaron en China, lo que disparó las alarmas en los clubes de Occidente. El alemán Lukas Podolski, actualmente en el Galatasaray, está entre los posible nuevos fichajes.
La nueva fortaleza financiera de la Superliga es potencialmente un “riesgo global” para el futbol, advirtió el entrenador del Chelsea, Antonio Conte, quien tuvo que dejar partir a Oscar. Irónicamente, el dinero, que tanto sirvió para posicionar a la Liga Premier, ahora comienza a convertirse en una amenaza.
El mercado chino también es lucrativo para los entrenadores. El italiano Marcello Lippi, el brasileño Luiz Felipe Scolari y el alemán Felix Magath, entre mu- chos otros, respondieron a la llamada desde el lejano Oriente. El uruguayo Gustavo Poyet, que arrancó esta temporada con el Betis, será el técnico de Tévez.
Sergio Batista, ex seleccionador argentino y entrenador del Shanghai Shenhua hasta 2014, explicó el fenómeno en declaraciones a radios de su país. “En China quieren llevar figuras para promocionar. El futbol es un negocio importante y los asiáticos no se quieren quedar afuera”, expresó el técnico, quien también dio otro indicio para entender el furor: la organización del Mundial 2034.
“En China sueñan con ser la sede de la Copa del Mundo de ese año. Por eso quieren jerarquizar el futbol”, remarcó Batista, campeón del mundo en México 1986.
Incluso, el presidente de China, Xi Jinping, es un ferviente aficionado al balompié y espera lograr un título del orbe para su país. Sin embargo, ya hay señales de que en el futuro las inversiones millonarias llegarán en menores dosis. El gobierno pretende intervenir para controlar los salarios excesivos y las transferencias de las estrellas del exterior que lleguen a la Superliga.
Además, en un artículo reciente en el órgano del partido Diario del Pueblo se dijo que los millones para las figuras extranjeras impedirían un verdadero “movimiento popular” en el futbol chino.