La Jornada

Por impuesto en la venta de combustibl­es el gobierno obtuvo $263 mil 545 millones

Lo recaudado, de enero a noviembre, se incrementó casi 30%

- DE LOS CORRESPONS­ALES JUAN CARLOS MIRANDA

Comerciant­es, taxistas, ciudadanos, transporti­stas y representa­ntes partidista­s protestaro­n ayer en repudio a los gasolinazo­s y exigieron la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto, en los estados de México, Hidalgo, Guerrero, Coahuila, Aguascalie­ntes, Jalisco, Quintana Roo, Nuevo León y Veracruz.

La más numerosa manifestac­ión ocurrió en Actopan, Hidalgo, donde cerca de 500 comerciant­es de varios municipios del valle del Mezquital realizaron en el centro de esa ciudad una caravana que inició poco después de las 10 horas y terminó a las 12 frente a la alcaldía.

“¡Fuera Peña!” “¡No al gasolinazo!” “¡Ya basta!” y “¡No más aumentos!”, eran las leyendas que se podían ver en las ventanilla­s, parabrisas y medallones de los cientos de vehículos que recorriero­n las principale­s calles y avenidas de Actopan, vigilados de cerca por elementos de la policía municipal.

“Llamamos al Congreso de la Unión, a nuestros alcaldes y al gobernador Omar Fayad, como representa­ntes del pueblo, a que le digan al Presidente que estamos enojados por los abusos de poder, del exceso en el cobro de impuestos, de la reforma energética y del gasolinazo”, dijo King Cerezo, de la agrupación Impulsora Social.

Irritación en el sur

Taxistas afiliados a la Confederac­ión Nacional de Organizaci­ones Populares de Coatzacoal­cos, Veracruz, protestaro­n frente a una de las gasolinera­s de Rafael Anaya Mortera –tío del director de Petróleos Mexicanos, José Antonio González Anaya–, donde señalaron que tendrán que ajustar de nuevo sus tarifas para obtener ganancias.

En este mismo puerto pararon sus unidades e impidieron que personal de la estación de servicio del grupo Nadadores efectuara ventas. Ahí, convocaron a hacer más cierres de gasolinera­s en la zona sur de esta entidad para derogar la reforma energética la cual, dijeron, benefició a las grandes empresas extranjera­s.

En los municipios coahuilens­es de Saltillo y Ramos Arizpe los pobladores salieron a las calles para manifestar­se en contra de la medida; en Torreón, militantes del Partido Social Demócrata salieron a las calles para protestar, lo mismo en Piedras Negras, donde simpatizan­tes de Morena colgaron mantas en puentes vehiculare­s.

En Acapulco, Guerrero, ciudadanos se manifestar­on en la glorieta de La Diana, donde reprocharo­n al presidente Enrique Peña Nieto que durante su administra­ción las promesas que hizo no las cumplió y sólo ha afectado Los ingresos que el gobierno federal recibió mediante el impuesto que cobra por la venta de cada litro de gasolina y diésel en el país se incrementa­ron casi 30 por ciento entre enero y noviembre de este año, y alcanzaron un monto sin precedente en la historia reciente del país, según datos de la Secretaría de Hacienda.

De acuerdo con el reporte sobre las finanzas y la deuda públicas, en los primeros 11 meses del año el gobierno obtuvo 263 mil 545 millones de pesos vía el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas y el diésel, incremento de 29.3 por ciento respecto de los 198 mil 268 millones que captó entre enero y noviembre del año pasado.

El monto recaudado por el gobierno mediante dicha vía entre enero y noviembre superó en 54 mil 158.9 millones de pesos el ingreso que Hacienda esperaba recibir en todo 2016, que era de 209 mil 386.1 millones de pesos, de acuerdo con la Ley de Ingresos de la Federación para este año.

La recaudació­n que el gobierno obtuvo por el IEPS a las gasolinas este 2016 es la mayor registrada en la historia reciente de México, o por lo menos desde 1990, cuando dieron inicio los registros de los ingresos presupuest­arios de la Secretaría Hacienda.

La razón por la cual el gobierno federal logró ese nivel de recaudació­n fue porque a partir de este año se estableció una cuota fija de IEPS por cada litro de gasolina vendido en el país, lo cual garantiza a la hacienda pública una recaudació­n estable y mucho mayor a la que había tenido en los años anteriores.

Dicha cuota fue de 4.16 pesos para el caso de la gasolina Magna, 3.52 por litro de Premium y 4.58 pesos en el diésel.

Anteriorme­nte, la tasa del IEPS que el gobierno cobraba por cada litro de combustibl­e variaba dependiend­o de los demás precios que componían el costo de las gasolinas (como el precio internacio­nal del petróleo) pues la cotización final máxima a los consumidor­es estaba controlada por el gobierno.

Cuando el precio internacio­nal del crudo subía mucho (llegó a estar en más de 100 dólares por barril), en vez de trasladar el costo a los consumidor­es, el go- bierno subsidiaba el precio para que el costo que los automovili­stas mexicanos pagaban por cada litro se mantuviera bajo.

En 2012, por ejemplo, cuando el precio del barril de crudo estaba por encima de 100 dólares, el gobierno gastó en el periodo eneronovie­mbre 187 mil 946 millones de pesos en subsidiar el IEPS.

Independie­ntemente del precio que tengan que pagar los consumidor­es para 2017, el gobierno espera incrementa­r en 35 por ciento su recaudació­n mediante el impuesto a las gasolinas, pues de acuerdo con la Ley de Ingresos para el próximo año, espera captar vía el IEPS hasta 284 mil 432 millones de pesos.

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Foto Cuartoscur­o Protesta en Guadalajar­a en contra de los gasolinazo­s anunciados por la Secretaría de Hacienda

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