Rusia no responderá a EU con expulsión de diplomáticos: Putin
Tilda de “provocación infundada” que Washington echara a 35 funcionarios de la embajada
máticos estadunidenses a la Yiolka (arbolito navideño, como se denomina aquí una fiesta para niños en esta época del año) en el Kremlin”.
La renuncia voluntaria a apli- car la reciprocidad se interpreta como nuevo gesto de mano tendida hacia Trump, sin tener que responder a la expulsión de diplomáticos rusos con igual medida, la cual, a estas alturas de la administración Obama, poco aportaría para definir el futuro de la relación entre Moscú y Washington.
Todo indica que se trató de una decisión de último momento de Putin, ya con la lista de diplomáticos estadunidenses a expulsar sobre su escritorio, después de que algún miembro de su entorno –¿el asesor de política internacional, Yuri Ushakov, o el jefe de la Oficina de la Presidencia, Anton Vaino?– le sugirió una reacción diametralmente distinta a la preparada por la cancillería.
Horas antes el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, anticipó –sin sombra de duda, como algo ya irreversible– que Rusia iba a expulsar a 35 diplomáticos estadunidenses porque no podía tolerar semejante afrenta.
“Es indudable que la reciprocidad es una regla de la diplomacia que, en casos como éste, tiene que cumplirse: 31 funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Moscú y cuatro del consulado general en San Petersburgo tendrán que irse”, afirmó Lavrov.
Pero la respuesta simétrica de la cancillería se quedó –de manera inusitada, sin precedente– en simple propuesta, dejando a Lavrov en una situación un tanto incómoda, mientras se abre un paréntesis de fin de año en que el siguiente movimiento en ese peculiar tablero bilateral tendrá que hacerlo un gobierno de Estados Unidos diferente, que no quiere decir mejor.