Fallece el arzobispo Justo Mullor
En pobreza extrema, 6 millones Mujeres, dos de cada tres beneficiarios de Sedesol El ex nuncio apostólico enfrentó a Marcial Maciel
Dos de cada tres beneficiarios de programas gubernamentales son mujeres, afirmó ayer la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). Entre los apoyos que otorga, destacó la leche Liconsa para los hijos de las afiliadas o el seguro de vida que también ayudaría a sus pequeños en caso de que ellas fallecieran.
En México viven casi 6 millones de mujeres en pobreza extrema y la Sedesol “trabaja por ellas”, sostuvo la dependencia en un comunicado.
En la mayoría de los programas, apuntó, ellas convierten los apoyos en un provecho para la demás población.
Es por ello que en las acciones de la secretaría “se puede ver cómo la participación de las mujeres incrementa los beneficios para sus familias”. Por ejemplo, señaló, 14 millones de afiliadas al programa Prospera obtienen becas para sus hijos, apoyos ali- menticios y acceso a servicios básicos de salud.
“Las 5.7 millones de mujeres que adquieren su leche en Liconsa le pueden dar a sus hijos un producto enriquecido con vitaminas y minerales que ayudan al organismo a estar mejor”, subrayó.
Más de 19 millones cuentan con el seguro de vida para jefas de familia; ellas “pueden tener la certeza de que la educación de sus hijos está garantizada, en caso de que ellas llegaran a faltar”.
La secretaría recalcó que el empoderamiento de una mujer, sobre todo en materia social, significa mejorar la calidad de vida de toda una familia y que los recursos federales serán bien utilizados. De cada 100 mujeres que solicitan un préstamo para invertir en su empresa, 99 por ciento salda sus deudas de manera íntegra, apuntó. El arzobispo español Justo Mullor García, quien como nuncio apostólico en México enfrentó al sacerdote Marcial Maciel y apoyó al obispo Raúl Vera, murió este viernes en Roma, a los 84 años.
En un breve comunicado, la Arquidiócesis Primada de México se limitó a expresar las “sentidas condolencias” del cardenal Norberto Rivera Carrera y señalar que fue un eslabón importante en el establecimiento de las buenas relaciones entre este país y el Vaticano.
Mullor llegó a la nunciatura apostólica –representación del Vaticano en los países– en 1997, tras la salida de Girolamo Prigione, quien fue acusado de proteger a Maciel de las acusaciones de abuso sexual. Permaneció en el cargo hasta 2000.
Su labor eclesial y diplomática fue considera discreta, a pesar de señalar a su antecesor como el encubridor de Maciel y, posteriormente, pedir que rindiera cuentas por ello.
Apoyo a Raúl Vera
Se opuso al arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera; al cardenal Juan Sandoval Iñiguez, y a monseñor Onésino Cepeda, entre otros –quienes formaban el llamado Club de Roma–, y apoyó al obispo Raúl Vera.
Finalmente, y por la presión de ese grupo, en 2000 anunció la remoción de Vera al frente de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Organizaciones por los derechos humanos manifestaron entonces su rechazo a esa decisión y señalaron que con ello se “abría la posibilidad a una escalada de guerra” en el estado. Consideraban el trabajo del religioso como la continuación del que hizo monseñor Samuel Ruiz en favor de la paz en aquella entidad.
Justo Mullor nació en Jaén, España, en 1932. Fue ordenado sacerdote a los 22 años de edad y, 25 años después, fue consagrado arzobispo por el papa Juan Pablo II.
Fue secretario de Estado de la Santa Sede y observador permanente en Naciones Unidas en Ginebra. Asimismo, fue el primer nuncio apostólico de Estonia, Lituania y Letonia. Participó en la organización de la última visita del Juan Pablo II a México y promovió la canonización de San Juan Diego.
Le tocó narcoescándalo
En los tres años en los que estuvo al frente de la nunciatura en México, a Mullor también le tocó un escándalo por narcolimosnas.
Ante el fallecimiento, el cardenal Norberto Rivera invitó a los fieles a rezar por el eterno descanso de su alma “y elevar sus oraciones a Santa María de Guadalupe para que lo acoja en su maternal seno, al lado de nuestro señor Jesucristo”.