Dedican a Fidel Castro desfile revolucionario
El pueblo cubano, consciente del conflicto que vendrá con Trump
cias Fidel” o “Fidel es Cuba”.
“Es el primer aniversario de la revolución sin nuestro comandante, pero él siempre estará con nosotros”, dijo Juana Salazar, una maestra que iba acompañada de su hija de ocho años.
Les siguieron soldados portando armas automáticas y miles de ciudadanos que ondeaban banderas. La revista incluyó todos los cuerpos armados de la isla, pero ningún equipamiento militar.
También participaron líderes de la revolución cubana, quienes, a su avanzada edad, manifestaron su júbilo por un nuevo aniversario del proceso socialista.
“Es el día más grande, pues celebramos el triunfo de la revolución. A Fidel siempre lo vamos a recordar y apoyaremos a Raúl toda la vida,” afirmó el militar retirado Luis Domingo, de 82 años.
La jefa de la Federación de Estudiantes Universitarios, Jennifer Bello Martínez, abrió la marcha con un discurso, ante la mirada del presidente Raúl Castro y de otros altos funcionarios que saludaban desde la base del enorme monumento dedicado a José Martí.
“Cuba no abandonará ninguno de sus principios, ni su independencia ni su soberanía”, declaró.
El desfile, anunciado en principio en abril, adquirió mayor relevancia desde las elecciones presidenciales del 8 de noviembre en Estados Unidos.
Trump, quien asumirá el poder el 20 de enero, ha amenazado con revertir el acercamiento con Cuba iniciado hace dos años por el mandatario demócrata Barack Obama, a menos que su país obtenga “un mejor acuerdo”, y ha adoptado una retórica hostil en el pasado para referirse a la isla.
“Nos dirigimos a un conflicto con Estados Unidos, siempre ha sido así, pero espero que en lugar de eso Trump siga la senda de Obama hacia la normalización”, dijo Marcial García, de 70 años, quien realiza trabajos de logística para las fuerzas armadas.
La amenaza al acercamiento entre las dos naciones no podría llegar en peor momento para Cuba, que el año pasado se hundió de nuevo en una recesión, algo que no ocurría desde la caída de la Unión Soviética, en vista de la crisis por la que atraviesa Venezuela, su aliada estratégica.
El boom del turismo que llevó 4 millones de visitantes en 2016, en parte generado por la distensión y por menores restricciones de viajes para los estadunidenses, no fue suficiente para compensar el declive de los embarques de crudo venezlano con condiciones preferenciales, ni la reducción de ingresos de médicos y otros profesionales cubanos que trabajan en el extranjero.