LAS REBANADAS DEL PASTEL
de Gortari, ahora la de Luis Videgaray simple y llanamente es la enfermiza dependencia que de él tiene Enrique Peña Nieto, algo que sería muy su problema de no estar de por medio la estabilidad y la dignidad del país y de sus habitantes. ¿Qué puede esperar México de un “canciller del (d) año” con los antecedentes del sensei Videgaray? Dice Peña Nieto que le ha encargado “acelerar el diálogo y los contactos” para que desde el primer día del gobierno de Donald Trump establezca “relaciones de trabajo constructivo” y promueva “los intereses de México”. Todo ello, desde luego, “sin menoscabo de nuestra soberanía y siempre con atención y protección a las que tienen derecho los mexicanos”. ¿En serio? Si, por cortesía de Videgaray, el armado de la “visita” a México del entonces candidato republicano fue desastroso y peor el efecto político interno, pues lo recibieron en Los Pinos como si se tratara de un jefe de Estado, imaginen de qué tamaño será el tapete por el que se arrastrará el gobierno peñanietista y su ahora “canciller del (d) año” para atender, ya en funciones presidenciales, los caprichos, abusos e intolerancias del energúmeno del norte. Trump debe estar muerto de la risa por el detalle. Pero qué más da, si los daños los pagarán los habitantes de esta República de discursos. Dicen en Los Pinos que “como canciller, Luis Videgaray deberá encabezar los trabajos que están inscritos en lo que constituye la quinta meta nacional del Plan Nacional de Desarrollo” (“políticas del gobierno de la República encaminadas a defender y promover el interés nacional en el exterior, y a contribuir al cumplimiento de los objetivos de desarrollo de México, a través de relaciones cercanas, mutuamente benéficas y productivas con otros Con eso de que la “volatilidad es temporal” (Videgaray dixit), ayer el billete verde se vendió a 21.80 inexistentes pesitos. De hecho, en algunas instituciones, como Banregio, se ofreció a 22.05. Y es bueno saberlo, porque cuando menos la mitad de los alimentos que los mexicanos consumen se importan y todos se cotizan… en dólares, y la devaluación acumulada en el sexenio es de 68 por ciento, hasta ahora. Hagan sus apuestas.