El bolero en la frescura
musicales. Compositores del lugar, como Marcos Martínez y César Cárdenas, las buscan para que interpreten sus canciones.
Así valoraron los productores de Discos Corasón el trabajo musical de estas niñas: una capacidad sorprendente de interpretar, además de la calidad de ambas voces “y unos arreglos que son complejos y bien logrados, sin perder su naturalidad. Como es el caso con pocos artistas comerciales, estas chavas lucen con un acompañamiento musical reducido: dos guitarras y bajo, al estilo de los grupos originales de Cuba y de Yucatán. No hace falta la orquestación de los años 90 para que su propuesta rescate, sin proponérselo, la magia del bolero que cantaban Las Hermanas Nuñez, Julio Jaramillo y el propio Álvaro Carrillo.
El bolero, lo hemos dicho, es un tema inagotable y caro. El Gabo, es decir Gabriel García Márquez, lo tenía a la altura de su amado vallenato. Y al igual que el Disquero miraba con desconfianza los devaneos que están impresos en el link que ofrecí párrafos arriba y otras variantes que tornan muy resbaladizo el territorio.
Dejemos que el Gabo nos ilustre:
“Siempre me he manifestado hostil a los poetas sentimentales a quienes, si la novia los mira mal o amanece, como es natural, con un pasajero trastorno digestivo ya los portaliras de ocasión se sienten obligados para la posteridad, colocan a un lado la gaveta de los adjetivos y del otro la de los sustantivos, verbos, adverbios y conjunciones y armados de una cinta métrica, se sientan, tranquilamente, a decirle al mundo que la novia les partió el corazón. ¡ Como si el corazón tuviera la culpa de que los caballeros del verso fueran unos idiotas de solemnidad! Pero ahora creo que los fabricantes de boleros tienen un mayor grado de peligrosidad, cosa que, por otra parte, no debe pasar inadvetido a los redactores del código penal.”
Sirva la sana ironía del Premio Nobel de Literatura, don Gabo, para saborear con mayor soltura de los 15 boleros clásicos que en voz de las niñas Laura y Celia García, suenan como nuevos. Diferentes. PABLO ESPINOSA