Con éxito, injertan piel a niña que se intoxicó por consumir antibióticos
Tras dos meses en La Raza, espera trasplante de córneas
Con la asignación del contrato para rentar 650 camas de terapia intensiva durante los siguientes ocho años, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) comenzó el nuevo esquema de adquisición o arrendamiento de bienes para uso médico. En marzo presentará la licitación para comprar entre 8 mil y 10 mil camas de hospital –con el fin de sustituir las que tienen una antigüedad de hasta 30 años– y en los siguientes meses también se renovarán equipos médicos de alto costo mediante esquemas de arrendamiento, afirmó David Palacios, director de Administración del organismo.
Explicó que el concurso para las camas de terapia intensiva concluyó el pasado 5 de enero, con un ahorro para el instituto de 135 millones de pesos, equivalente a 38 por ciento del costo que habría implicado la compra y mantenimiento de las camas de terapia intensiva durante ocho años.
En entrevista, comentó que el proceso se inició desde 2015 con un análisis sobre la situación en que se encontraban esos bienes, alrededor de 2 mil 200 en todos los hospitales del instituto. Del total, entre 60 y 70 por ciento habían agotado su vida útil, la cual es de siete u ocho años, según el uso que se les dé. Su renovación ya era una demanda sentida de los derechohabientes, admitió.
Procedimiento
El proceso incluyó la actualización de la ficha técnica de las camas, con base en las recomendaciones de las áreas médica y finanzas, con la finalidad de obtener un bien que cumpliera los aspectos básicos y dos elementos adicionales, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), que las camas tengan una báscula integrada y una alarma que suena si el paciente se mueve, de tal suerte que si no hay alguien con él acuda el médico o la enfermera de inmediato.
Palacios destacó que desde la elaboración de las prebases se tomó en cuenta la opinión de los posibles proveedores, cinco o seis que aseguraron poder cumplir los requisitos que estipuló el IMSS. De cualquier manera, al comienzo de la licitación se presentaron dos inconformidades ante el órgano interno de control (OIC).
Con la finalidad de garantizar la mayor transparencia, la compra se detuvo. Cuando el instituto acudió al OIC, los quejosos se desistieron.
Al final sólo se presentaron las propuestas de tres empresas y el contrato se asignó a la que ofreció los bienes a un costo de 3 mil 447 pesos al mes por cama, El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó sobre el tratamiento médico brindado a una niña de siete años que se intoxicó por consumir antibióticos y analgésicos. Le provocó desprendimiento de la piel con sangrado, como si fuera sudor, en espalda, pecho, brazos, manos, boca y cuero cabelludo. Requirió un manejo como el que se da a pacientes quemados.
Alfonso Massé Sánchez, cirujano plástico reconstructivo del Servicio de Cirugía Plástica Pediátrica del Hospital General Doctor Gaudencio González Garza, del Centro Médico Nacional La Raza, donde la niña fue atendida, explicó que la pequeña requirió injertos de piel para restituir las áreas dañadas.
Comentó que la reacción que tuvo se denomina necrosis epidérmica y se presenta en las horas posteriores a la ingesta de las medicinas. En el caso de la pequeña, cuando llegó al hospital, presentaba una condición grave en 80 por ciento del cuerpo.
Sus síntomas eran parecidos a los de personas con quemaduras y requería atención urgente. El tratamiento consistió en injertos de piel cultivada mediante gasas conocidas como Epifast.
Se le colocaron en la piel y en las áreas del cuerpo dañadas, incluidas mucosas, párpados y boca. El producto permitió que dejara de sangrar y tuviera piel nueva, además de que no dejó cicatriz.
La niña estuvo hospitalizada casi dos meses, hasta que des- echó la toxina que le causó la reacción a los medicamentos.
El especialista comentó que la paciente también sangró de los ojos, lo cual le ocasionó fotofobia, es decir, le molesta la luz. Por esta causa fue inscrita en la lista de espera para trasplante de córnea.
Respecto del producto Epifast, Massé Sánchez manifestó que lo han utilizado en el hospital durante los pasados 10 años. Tiene varios beneficios, entre otros que acorta el tiempo del tratamiento, disminuye el dolor, el sangrado, la infección y no deja cicatrices. También se utiliza en pacientes con úlceras crónicas, pie diabético y heridas difíciles de cicatrizar, así como en pacientes que han sido sometidos a radioterapia que les ocasiona algún daño en la piel.