La obra Golondrinas hace una divertida reflexión sobre la vejez y la soledad
El encierro, el eterno deseo por cumplir sueños, el compañerismo y la libertad integran el leit motiv de la puesta en escena Golondrinas, que se presenta cada jueves en el Centro Cultural La Teatrería.
Cinco ancianas que han pasado los últimos años de su vida en un asilo comparten con el público sentimientos, experiencias, chistes, canciones e inquietudes, al tiempo que orquestan su escape del hospicio.
Sin embargo, la obra se inicia con una llamada telefónica realizada por las enfermeras del lugar para notificar a los familiares de María Isabel, Laura, Bertha, Lucía y Soledad que éstas fallecieron durante un incendio.
En un flashback, las protagonistas empiezan a dar detalles de su profesión y personalidad. María Isabel es una ex cantante de Bellas Artes a quien le gusta interpretar el tema Bésame mucho. Laura fue gimnasta en sus años mozos; Bertha es una mujer tierna, noble, aunque debido a la sordera que padece tergiversa todo lo que oye. Lucía fue bailarina, pero ahora añora la muerte luego de que sus hijas decidieron abandonarla, y Soledad es una muda y padece retraso mental.
Posteriormente, las carismáticas señoras empiezan a dialogar cada día acerca de lo que haría si fueran libres, de todas las cosas que dejaron inconclusas y de las nuevas experiencias que les gustaría experimentar.
Entonces llegan a la conclusión de que “nunca es tarde para vivir una aventura o para cumplir un sueño”. Así que deciden planear su gran escape del asilo… Yolanda Sanz, productora (al centro); Regina Murguía, cantante (derecha), junto con el elenco de
El estreno de la obra Golondrinas se llevó a cabo el pasado jueves 12 de enero donde la actriz y comediante Lorena de la Garza fungió como madrina del espectáculo.
Interés autobiográfico
La dramaturgia y producción del montaje corrieron a cargo de Yolanda Sanz quien afirmó para La Jornada: “Mi interés por el tema de la tercera edad tiene origen autobiográfico, ya que desde que tengo uso de razón me he sentido muy sensible hacia los viejitos.
“He tenido una relación muy cercana con mis abuelas, por lo que también a ellas les dedico este trabajo.
“Me siento conmovida con ese sector de la población.
“Con esta obra teatral quise generar conciencia en el espectador acerca de la vejez y la soledad, las cuales son constantes en esa etapa de la vida. Crear un impacto social que fomente valores cimentados en la tolerancia y el respeto hacia el adulto mayor. Aunado a que es una obra entretenida, atractiva y divertida para toda la familia.”
Las funciones en La Teatrería (Tabasco 152, Roma) son a las 21 horas y concluirán el 2 de marzo. El costo general es de 200 pesos, aunque se aplican descuentos de 50 por ciento para vecinos de esa colonia, estudiantes, maestros y personas con credencial del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores. DANIEL LÓPEZ AGUILAR