La Jornada

El Centro Cultural Carretera 45 anuncia estrenos y montajes; abarcan de enero a marzo

- AP NUEVA DELHI. CARLOS PAUL

El final está cerca, aunque no pareciera, a juzgar por la cantidad de personas que aprietan las teclas de viejas Remington en las clases de máquina de escribir en el Anand Type, Shorthand and Keypunch College.

Un vistazo al salón, atestado de gente, haría pensar que las máquinas de escribir todavía tienen futuro en India. Pero en uno de los últimos sitios del mundo donde siguen siendo parte de la vida diaria, las máquinas de escribir parecen tener los días contados.

Sunil Chawla admite que ya no gana dinero con el instituto de su familia, donde enseña a escribir a máquina.

‘‘Pensamos que esto duraría para siempre’’, comenta ese hombre, cuyo padre fundó el instituto hace casi 60 años. Ni sus hijos muestran interés en las viejas máquinas de escribir. ‘‘Seguiré con el negocio mientras pueda, pero no sé qué va a pasar. Este negocio ya no tiene futuro’’.

Sigue en parte porque le ‘‘encantan las máquinas de escribir’’.

Y porque las personas continúan mandándole máquinas para que las arregle, aunque buena parte del trabajo que hace ahora es vender repuestos para copiadoras y laminadora­s.

Símbolo de mujeres independie­ntes

En India todavía hay algunos miles de mecanógraf­os y un puñado de personas que arreglan máquinas de escribir y negocios que venden repuestos. También quedan institutos que enseñan a escribir a máquina.

Pero, ¿cuánto tiempo durará esto?

‘‘Vengo aquí a pasar el rato’’, admitió Satinder Kumar durante una tarde reciente en un centro comercial del viejo barrio de Tis Hizari, donde unos 50 mecanógraf­os se ganan unos pocos dólares preparando contratos de alquiler, de venta y otros documentos legales.

Kumar trabajó 41 años en Tis Hizari y crió a dos hijos con el dinero que ganó allí.

‘‘Era un buen trabajo. Laborábamo­s desde la mañana hasta la noche’’, recordó junto a su manual de Remington. A su lado hay un cartel que dice ‘‘S.K. Kumar, mecanógraf­o’’.

Ahora tipea entre 10 y 15 páginas diarias para los cientos de abogados de la ciudad. A 15 rupias (20 centavos) la página, apenas si cubre los gastos de transporte, cintas y arreglos. Los únicos momentos en los que hay movimiento es cuando todas las computador­as del sector están en uso o cuando se va la luz.

Kumar comprendió que el negocio nunca volvería a ser el mismo hace unos 20 años. ‘‘La primera vez que vi una computador­a supe que los días de las máquinas de escribir estaban contados’’, afirmó. ‘‘Ahora, llegó el final’’.

Admite que tal vez debió aprender a usar una computador­a. El negocio de las máquinas de escribir, sin embargo, siguió funcionand­o a plenitud hasta hace unos 10 años, en que las computador­as se hicieron más Una versión libre de La boda de los pequeños burgueses, obra de Bertolt Brecht (1898-1956), es el trabajo que en julio se estrenará en el Centro Cultural Carretera 45, con la dirección de Luis de Tavira, adelanta el dramaturgo Antonio Zúñiga.

Se trata de la primera producción en la que colaborará­n el elenco de la compañía Carretera 45, vecinos de la colonia Obrera y De Tavira.

La idea es ‘‘presentar una versión barrial, basada en el original de Brecht”, en la que el novio renta un salón para celebrar su boda, a la que llegan invitados espontáneo­s. La propuesta teatral servirá también a los actores de esa agrupación para conocer e intercambi­ar ideas con De Tavira.

Otro estreno será Historias comunes de anónimos viajantes, escrita y dirigida por Zúñiga. La obra ocurre dentro de un colectivo urbano (pesero), que recorrerá la colonia Obrera y sus alrededore­s con la finalidad de llevar al público a conocer las calles de la zona al tiempo que arriba del pesero los espectador­es y los personajes ficticios, representa­ntivos de esa comunidad, conviven. ‘‘Que las personas se suban al pesero para que experiment­en y conozcan varias historias”.

Esa obra será una versión de Clitemnest­ra, escrita y dirigida por José Gallardo y una más será el resultado de la convocator­ia nacional que se lanzará a dramaturgo­s para escribir sobre temas de lo que sucede en el barrio.

De enero a marzo, en Carretera 45, se escenifica­rán cuatro pro- puestas singulares. Casa Calabaza, de Maye Moreno, interna del penal de Santa Marta Acatitla, ganadora del Certamen Nacional de Teatro Penitencia­rio 2014. Con dirección de Isael Almanza, ‘‘el texto es una biografía de la autora, sentenciad­a a 28 años de cárcel, quien relata su niñez, adolescenc­ia y vida adulta hasta llegar al crimen que cometió, que cambió su entorno familiar”. Se presentará jueves y viernes a las 20:30 horas, desde el 26 de enero.

Celos y traición

Otelo para tres Yagos, de Óscar Serrano y Mónica Perea, ‘‘especie de comedia de enredos”, retoma la obra de Shakespear­e y la entreteje con las historias personales de tres actores que reflejan los celos y la traición de quienes buscan una beca. Se presentará los lunes a las 20:30 horas desde el 6 de febrero.

El apocalipsi­s ranchero de Remi Jackson, escrita, dirigida y actuada por Fernando Huerta, es un monólogo de ‘‘clown-cabaret”, que alude a la actual situación política, social y cultural del país mediante interpreta­ción de música ranchera, bolero y trova.

Remi Jackson es el estereotip­o del ‘‘actor blanco que canta y baila jazz y blues, y se pinta la cara de negro para parodiar a los negros en Estados Unidos”. Interpreta música ranchera mexicana y como extranjero da su punto de vista sobre lo que sucede aquí. Funciones sábados (19 horas) y domingos (18 horas) desde el 4 de febrero.

El Centro Cultural Carretera 45 se ubica en Juan Lucas de Lassaga 122, colonia Obrera (estación San Antonio Abad del Metro).

 ??  ?? Durante más de cien años las máquinas de escribir fueron usadas por presidente­s para transmitir sus órdenes; por Ernest Hemingway para escribir sus libros y por los periodista­s para redactar sus notas. Sobre estas líneas, una Olivetti Lettera 32 ■ Foto...
Durante más de cien años las máquinas de escribir fueron usadas por presidente­s para transmitir sus órdenes; por Ernest Hemingway para escribir sus libros y por los periodista­s para redactar sus notas. Sobre estas líneas, una Olivetti Lettera 32 ■ Foto...

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico