La Jornada

Murió el arqueólogo Ángel García Cook, pilar en el hallazgo del maíz más antiguo

- DE LA REDACCIÓN

El arqueólogo Ángel García Cook, investigad­or emérito del Instituto Nacional de Antropolog­ía e Historia (INAH), reconocido por sus trabajos en la región de Tehuacán-Cuicatlán y en la Zona Arqueológi­ca de Cantona, Puebla, falleció la madrugada de este domingo a los 79 años.

La secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, manifestó sus condolenci­as a través de su cuenta de Twitter, donde escribió: “Lamento el deceso de Ángel García Cook, notable arqueólogo que por más de 50 años aportó luz al estudio de nuestro pasado”.

Nacido el 17 de agosto de 1937 en Teotitlán del Camino, Oaxaca, hoy Teotitlán de Flores Magón, en la región de la Caña- da, García Cook fue un arqueólogo de campo que hizo importante­s hallazgos, entre éstos el descubrimi­ento de los granos de maíz más antiguos de América.

Con una trayectori­a de 56 años, el arqueólogo realizó sus primeros trabajos de campo al lado de Richard S. MacNeish en una investigac­ión sobre el origen de la agricultur­a en el Valle de Tehuacán, aunque siempre sostuvo que llegó a esta especialid­ad por accidente, pues en la infancia su sueño era ser ingeniero y construir carreteras.

El investigad­or se vio inmerso en un mundo que lo atrapó: el de la historia y la arqueologí­a, al que dedicó más de cinco décadas de trabajo ininterrum­pido, como demuestran sus más de 200 libros y artículos, entre los que destacan Análisis tipológico de artefactos y La producción alfarera en el México antiguo.

También realizó amplias investigac­iones en la región de Tehuacán-Cuicatlán, reserva de la biosfera en los límites de Pue- bla y Oaxaca, las cuales contribuye­ron a la inscripció­n de la zona en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, como bien mixto.

Desde 1993 se dedicó al estudio de Cantona, que el especialis­ta describió como “ciudad enorme, ubicada al pie de una loma, de mil 453 hectáreas, con numerosas estructura­s y donde se han encontrado 27 juegos de pelota. La población, al parecer de clase media y alta, vivía en unidades cerradas que se comunicaba­n por calles construida­s. Tuvo una vida larga que empezó en el año 1000 aC y llegó hasta el 900 dC. Es importante señalar que toda su vida dependió de la producción de obsidiana”.

Colaboró en proyectos de investigac­ión en Tehuacán y Ayacucho-Huantla, así como en el corredor Puebla-Tlaxcala, Huaxteca y en la Cuenca Baja del Pánuco, suroeste de Puebla y norte de la Cuenca Oriental, e intervino en trabajos regionales de salvamento arqueológi­co de varias presas en Chiapas, Michoacán y Guerrero.

Fue pilar en la creación de los métodos y técnicas para el salvamento arqueológi­co, muchos derivados de la construcci­ón de presas y gasoductos en la región de Puebla-Tlaxcala y la Huasteca.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico