La Jornada

Conspirar contra los niños y el derecho a estudiar

- LEV MOUJAHID VELÁZQUEZ BARRIGA *

osé Manuel es un alumno que cursa el primer año en la telesecund­aria de La Nopalera, municipio de Apatzingán, en Michoacán, ubicada en la zona conocida como Tierra Caliente. Tiene 13 años de edad, pero no es el mayor en su grupo, su mejor amigo ya cumplió los 16; sin embargo, eso no es raro en los estudiante­s matriculad­os que han sido rechazados, expulsados o reprobados de las secundaria­s técnicas y generales de la ciudad, sobrepobla­das hasta con 60 alumnos por salón.

Desde que inició el ciclo escolar, José Manuel no pudo pagar 14 pesos diarios de transporte urbano y menos podrá ahora que subió a 16, así que los días de escuela tiene que andar a pie varios kilómetros por senderos improvisad­os de terracería; algunos son viejos caminos que conectan a las comunidade­s rurales, en los que ya sólo transitan jornaleros y los grupos delincuenc­iales para el trasiego de droga, evitando las carreteras federales y los retenes militares.

Durante los 30 minutos que hace de su casa a la escuela, reconoce bien las parcelas de limón porque ha estado ahí. Él, junto a otros de sus compañeros, es parte de los 2 millones y medio de menores que entre los cinco y 14 años de edad tienen que trabajar para sobrevivir, de otro modo sería imposible que siguieran estudiando; las ausencias por trabajo que comienzan de uno a dos días a la semana en la escuela, ocasionalm­ente se vuelven definitiva­s hasta que se ven obligados a abandonarl­a por completo.

Hace varios años que José Manuel ya no vive con sus padres, sino con sus tíos, quienes trabajan en la informalid­ad y residen en una colonia en la que se aprecian multitud de casas hechas de cartón, hule y madera. El asentamien­to creció en los márgenes urbanos, entre la carretera federal rumbo a Cuatro Caminos y la zona ejidal de La Nopalera Oriente, ambos han sido escenarios recurrente­s de violencia.

En el tramo carretero se han suscitado infinidad de narcobloqu­eos, tiroteos, robos de autos a mano armada y hasta feminicidi­os; en las calles aledañas a la escuela, persecucio­nes, secuestros y ejecucione­s. Tan sólo en 2016 fueron asesinadas siete personas de la comunidad, entre ellas el fundador local de las autodefens­as, baleado unas horas después de que Silvano Aureoles y José Antonio Meade, entonces secretario de la Sedesol, asistieran a la cabecera municipal el Día del Niño, rodeados de militares y federales, para promociona­r programas de ayuda a huérfanos y viudas, víctimas de la violencia.

Ante esta situación, común en diferentes zonas de Michoacán, pero también de todo el país, la reforma educativa no ha aportado casi nada. Criminaliz­ar a los alumnos a través de “mochila segura” es un golpe más a su vulnerabil­idad, cuando ellos son víctimas del contexto que los rodea y de un currículo carente de calidez humana, centrado en fines desprovist­os de sensibilid­ad y sentido trascenden­te para la personalid­ad, como el de alcanzar la calidad empresaria­l.

No obstante que la falta de recursos económicos y las lejanas distancias se encuentran entre los factores centrales del abandono escolar, la SEP plantea el cierre de centros escolares a través de su programa de reconcentr­ación, cuyo plan piloto inicia este año en zonas urbanas; la amenaza pesa

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico