La ONU defiende nominación de palestino ante bloqueo estadunidense
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, defendió este sábado su decisión de nombrar al ex primer ministro palestino Salam Fayyad enviado especial para Libia después de que Estados Unidos bloqueó su nominación, gesto que los palestinos calificaron de “discriminación”.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, afirmó que la candidatura del ex premier “se basó en las cualidades de Fayyad y su competencia para el cargo”.
Los palestinos calificaron el sábado la acción estadunidense de “caso flagrante de discriminación”, según Hanan Ashraui, miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina.
El líder de la ONU notificó esta semana al Consejo de Seguridad su intención de nombrar a Fayyad al frente de una misión en Libia para ayudar a retomar las conversaciones sobre un acuerdo político precario. Pero la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, expresó el viernes en un comunicado su intención de bloquear la designación, porque “hace demasiado tiempo que Naciones Unidos favorece a la Autoridad Nacional Palestina en detrimento de nuestros aliados en Israel”.
Dujarric recordó que ningún israelí y ningún palestino tuvieron un alto cargo en la organización, “situación que el secretario general cree necesario corregir” en función de las competencias de cada candidato.
Los nombramientos de enviados especiales que hace el jefe de Naciones Unidas necesitan la aprobación unánime de los 15 miembros del Consejo de Seguridad. La decisión estadunidense tomó por sorpresa a Guterres. “Con base en las informaciones que había recibido, el secretario general tenía el sentimiento, que al final ha sido falso, de que esta propuesta era aceptada por los miembros del Consejo de Seguridad”, explicó el portavoz. pero una Corte de Apelaciones ratificó la decisión judicial el jueves anterior.
La orden ejecutiva plantea la expulsión de indocumentados y represalias contra las llamadas ‘‘ciudades santuario’’. Se estima que 11 millones de personas viven en Estados Unidos sin documentos legales.
Trump advirtió que todos los indocumentados son “prioridad para la deportación”, independientemente de si tienen o no antecedentes criminales. Hasta hace poco las autoridades migratorias daban prioridad a la expulsión de sin papeles con antecedentes delincuenciales.
El viernes hubo informes de que cientos de indocumentados han sido detenidos en al menos media docena de estados de todo el país en días recientes.
Claro aumento de arrestos
Mientras el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) asegura que se trata de operaciones “rutinarias”, congresistas, activistas y organizaciones pro migrantes han denunciado que hay un claro aumento del número de detenciones y de redadas en días pasados, lo que está causando miedo entra la comunidad latina.
“Esas redadas infunden miedo en el corazón de la comunidad migrante, pues muchos temen que la fuerza de deportación prometida por Trump esté ahora en plena marcha”, manifestó ayer el caucus ( grupo) hispano del Congreso en una carta en la cual solicitó una reunión urgente con el responsable del ICE.
Los congresistas también pidieron que el gobierno de Trump aclare las nuevas prioridades en materia de deportación establecidas en la orden ejecutiva.
Al respecto, el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, aseguró que su gobierno defenderá como “un compromiso” el respeto a los derechos de los salvadoreños que viven en Estados Unidos, muchos de ellos indocumentados. Hubo marchas en distintas ciudades para protestar contra la criminalización de la población migrante.
Al cierre de la edición se informó que Trump, durante una conversación telefónica con el mandatario colombiano Juan Manuel Santos, reiteró el apoyo de su país a la paz en esa nación y al proceso de posconflicto.
“Sostuvimos una productiva conversación con Trump, quien me expresó su apoyo a la paz y deseo de mantener las mejores relaciones con Colombia”, escribió Santos en Twitter.
El premio Nobel de Paz indicó que su homólogo estadunidense lo invitó a la Casa Blanca para “hablar y estrechar lazos”.