La Jornada

TELESCOPIO

Corruptela­s

- AFP Correspons­al RÍO DE JANEIRO. EL BUSCÓN

Los policías del estado brasileño de Espírito Santo no retomaron ayer sus labores, pese al acuerdo alcanzado para poner fin a una huelga que ha provocado un brote de violencia saldado con al menos 137 muertos. Familiares de los uniformado­s continuaro­n bloqueando los accesos a los cuarteles. La protesta, que comenzó hace ocho días en dicha localidad, se extendió a Río de Janeiro, donde cada vez más agentes se unen a ella.

Según los términos del convenio, firmado la noche del viernes con autoridade­s locales, policías y bomberos militares se comprometi­eron a reanudar labores este sábado a las 7 de la mañana, pero la situación no cambió.

“Conversamo­s con nuestros soldados, les pedimos sentido común y que retomen las actividade­s, pues hay más de 100 muertos”, afirmó el secretario de Derechos Humanos de Espírito Santo, Julio César Pompeu. En dicho acuerdo, que no recoge las reivindica­ciones salariales, el gobierno se compromete a realizar las promocione­s de los policías que lo merezcan por ley y a formar una comisión para revisar la carga horaria de los efectivos.

En la reunión no participar­on representa­ntes de los familiares, la mayoría mujeres, quienes desde hace una semana bloquean la salida de los cuarteles en reclamo de mejores salarios y condicione­s laborales para los policías, quienes constituci­onalmente no tienen derecho a realizar huelgas.

La protesta dejó las calles de Victoria, la capital del estado, y de varias ciudades del sureste de Brasil sin patrullaje durante siete días. Aunque el gobierno federal desplegó tropas para contener la situación, se reportaron al menos 137 decesos desde que comenzó el paro, así como saqueos y enfrentami­entos.

El ministro de Defensa, Raúl Jungman, declaró: “La situación no se ha normalizad­o, pero estamos en el buen camino. Desde la llegada del ejército los saqueos a comercios cesaron y el número de homicidios se redujo considerab­lemente”. El ministro estuvo ayer en Vitória para mantener una reunión con autoridade­s locales. Jungman hizo un llamado para que “los buenos policías hagan honor a su uniforme” y destacó que “las reivindica­ciones son justas, pero no deben poner en peligro a la población”.

En Río de Janeiro las protestas se efectuaron en 29 comisarías, informó O Globo.

Con esas acciones los policías intentan conseguir el pago de aguinaldos y mejoras de las condicione­s laborales. Autoridade­s del estado anunciaron ayer que 703 policías ya fueron acusados del “delito de revuelta”. Se espera que tras el rechazo del acuerdo el número aumente. Según la Agencia Brasil, los agentes pueden ser sentenciad­os a entre ocho y 20 años de cárcel. l caso Odebrecht y la corrupción: La empresa brasileña Odebrecht sembró escándalos provocados por casos de corrupción en varios países de nuestro continente. En Argentina hay casos de soborno a ex ministros y responsabl­es kirchneris­tas; en Brasil, entre los parlamenta­rios y los políticos de todos los partidos menos los de extrema izquierda, dejó un tendal de condenados o sujetos a juicios penales; en Perú, según la justicia, dio 20 millones de dólares al ex presidente cholo Alejandro Toledo para que la favorecier­a en la construcci­ón del tren que unirá ambos océanos y, teniendo en cuenta esos precedente­s, está por ver qué hizo en Ecuador y qué está realizando en el puerto de Mariel, en Cuba. Como no hay corruptor sin corruptos, la cuestión va más allá de la ética de una empresa y abarca las relaciones entre el poder estatal en todas sus formas y el gran capital nacional y extranjero, y también la cuestión del secreto bancario suizo. Los políticos consideran de modo patrimonia­lista los bienes del Estado y disponen de ellos según sus intereses privados, y el Estado oligárquic­o ligado al gran capital impone a los pueblos el pago de los daños causados por esa gentuza y las empresas. Este escándalo, como el de Panamá en Francia en el siglo XIX, tendrá grandes consecuenc­ias sociales y políticas. Por ahora la noticia de que Perú está haciendo buscar a Toledo, que parece estar en Estados Unidos y ofrece 30 mil dólares de recompensa, ocupa las páginas de La Nación, Clarín y Página 12, de Argentina; El Diario, La Razón y Página 7, Bolivia; El Tiempo y El Espectador, Colombia; El Mercurio y La Tercera, Chile; La Hora y El Comercio, Ecuador; El Comercio y La República, Lima; El País, uruguayo, y del brasileño O Estado de Sao Paulo. Varias I: El diario argentino La Nación destaca que el gobierno de Mauricio Macri busca favorecer aún más a las empresas y quiere rebajar sus costos con una reforma laboral que incluye la reducción del costo de las indemnizac­iones por despido y por accidente de trabajo y un blanqueo empresaria­l. Además, se ha lanzado contra las paritarias para tratar de imponer contratos locales. El boliviano Página 7 dice, ante la imposibili­dad de ignorar el veto constituci­onal a la re-relección de Evo Morales y el referendo que la prohíbe, que el MAS podría levantar firmas para una iniciativa civil, hacer una ley ad hoc, consultar al Tribunal Constituci­onal o hacer renunciar anticipada­mente a Evo Morales para que vuelva a presentars­e. Varias II: En Chile está en huelga la mina de cobre La Escondida, de 2 mil 500 trabajador­es, que produce un cuarto del cobre de Chile, que es el segundo productor mundial de este mineral. La prensa chilena ignora la huelga, que preocupa a la europea.

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Miles de personas se manifestar­on ayer en Alemania para que cesen las expulsione­s de solicitant­es de asilo hacia Afganistán, donde se recrudece la violencia, según organizado­res de la movilizaci­ón y medios de informació­n. En Berlín (imagen) unas 2 mil...

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