Hallan restos de megafauna de 10 mil años de antigüedad en Quintana Roo
Entre ellos hay neurocráneos de dos osos de la era del hielo
De hecho “sumamente serio” calificó Alejandro Calvillo, presidente de la organización El Poder del Consumidor, que se haya comprobado, en un estudio de The Citizen Lab, de la Universidad de Toronto, Canadá, que activistas en pro del derecho a la salud en México fueron víctimas de un potente software de espionaje denominado Pegasus, plantado en sus teléfonos celulares por medio de mensajes de texto intimidatorios.
En entrevista con La Jornada, Calvillo (uno de los principales promotores del impuesto a las bebidas azucaradas para frenar la epidemia de obesidad y diabetes) demandó al gobierno federal investigar los hechos y garantizar la seguridad de los afectados, ya que el programa espía (spyware) empleado corresponde a un sistema sofisticado diseñado por la empresa israelí NSO Group para combatir el terrorismo y la delincuencia, el cual sólo puede ser adquirido por los gobiernos, de acuerdo con el reporte de CitizenLab.
En sus redes sociales El Poder del Consumidor dio a conocer la publicación en un prestigiado diario estadunidense del informe elaborado por The Citizen Lab –en colaboración con los colectivos Red en Defensa de los Derechos Digitales y SocialTIC–, el cual señala que en 2016 se aplicó una operación de espionaje a los activistas Alejandro Calvillo y Luis Encarnación, coordinador de la Coalición ContraPeso, y al investigador Simón Barquera, del Instituto Nacional de Salud Pública, todos promotores del impuesto a las bebidas azucaradas y de colocar etiquetado transparente y veraz a los productos. El arqueólogo Guillermo de Anda Alanís, director del proyecto Gran Acuífero Maya (GAM), informó del descubrimiento de restos de megafauna extinta hace 10 mil años, entre ellos neurocráneos (cubierta ósea que protege el encéfalo) de un par de osos de la edad de hielo, en una cueva inundada de Quintana Roo.
El hallazgo se realizó en una caverna de los municipios de Felipe Carrillo Puerto y Tulum, luego de seis meses de exploración e investigación en un área 50 kilómetros selva adentro en Muyil, Chumpón y Tulum.
De Anda Alanís y el explorador subacuático Robert Schmittner encabezaron la exploración de la galería, a 100 metros de profundidad, considerada la se- gunda más honda de esa zona de la península de Yucatán, sólo superada por el cenote conocido como El Foso o El Pit –que en maya significa “el hoyo”–, que alcanza 130 metros.
De Anda recordó que luego de descender alrededor de 60 metros (el sitio tiene un diámetro aproximado de 75 metros) observaron estalagmitas de 30 metros de altura, lo que refiere la evolución milenaria de ese espacio.
“Esta gran cueva posee una riqueza arqueológica única, documenta la presencia de distintas especies de fauna extinta”, refirió el arqueólogo.
Destacó que el par de neurocráneos podrían ser ejemplares de alguna especie de oso del pleistoceno (era geológica que comenzó hace 1.8 millones de años y concluyó hace 10 mil años), del género Arctotherium.
A reserva de confirmar mediante análisis científicos y tras realizar de inicio la comparación de los hallazgos con la morfología de cinco ejemplares de plantígrados de la edad de hielo, el arqueólogo señaló que el par de cráneos se sumaría a una mues- tra de siete osos del pleistoceno registrados en el proyecto GAM.
En tanto, Patricia Velasco de León, presidenta de la Sociedad Mexicana de Paleontología e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó la riqueza paleontológica de San Luis Potosí y su minería, áreas que van de la mano en la investigación de fósiles.
La especialista estuvo de visita en la Facultad de Ingeniería de la universidad autónoma de esta entidad.