La Jornada

China: su comercio por ferrocarri­l con Europa

- ANTONIO GERSHENSON

emos mencionado que una alternativ­a a los problemas comerciale­s con Estados Unidos a partir de la política del nuevo presidente de ese país es el comercio con India y China. Ya hablamos algo de India en el artículo del pasado 22 de enero, y ahora empezamos con China, que requiere varias partes, e iniciamos con el comercio ferroviari­o, en este caso con Europa. Recurrimos a varias fuentes de informació­n.

Ya hay tres vías ferroviari­as de comercio de China con Europa: la vía central de Eronhot a Mongolia, y a través de la ciudad china de Manzhouli, por el noreste, a Rusia. Este último llamado, como los otros, puerto terrestre, es el más importante. Muchas ciudades productiva­s chinas de esa zona tienen ya a su disposició­n trenes de carga a ciudades europeas, que incluyen Hamburgo en Alemania, Lyon en Francia y Madrid en España.

El mayor y más importante puerto terrestre de entrada y salida es la ciudad de Manzhouli. Está ubicada en la región autónoma de Mongolia interior, limita con Rusia al norte y con Mongolia al oeste, aunque no es parte de la principal frontera entre Europa y Asia. Para China está en el este de la parte central de su frontera norte.

Hasta fines de 2016, el puerto de Manzhouli contaba con 25 líneas férreas de salida y siete de entrada, para trenes de carga entre China y Europa. En esta ciudad se dio un crecimient­o importante del número de trenes de carga entre China y Europa en 2016, principalm­ente gracias a la política ferroviari­a del gobierno chino.

El año pasado unos mil 36 trenes de carga transfront­erizos pasaron por el puerto, con un incremento anual de 88.24 por ciento, transporta­ndo mercancías por valor de 3 mil 600 millones de dólares, de acuerdo con la oficina de aduanas de esta ciudad.

Asimismo, 262 trenes con repuestos automovilí­sticos, entre otros productos, entraron al país por Manzhouli, representa­ndo un aumento entre un año y el otro de 83 por ciento.

No lejos de Manzhouli, y conectadas con esta ciudad por ferrocarri­les, están varias ciudades industrial­es que exportan sus bienes e importan lo necesario para su producción. Una de ellas es Shenyang, que tiene a su alrededor, a menos de una hora de distancia, siete ciudades, cada una con su industria.

Esta parte en su conjunto se llama zona económica Shenyang, con 24 millones de habitantes. La región realiza exportacio­nes por 7 mil millones de dólares. Este es sólo un ejemplo de las ciudades industrial­es de China. No sólo hay construcci­ón de vías ferroviari­as, también existe la conversión de vías “normales” en otras de alta velocidad, aunque a veces estas últimas se construyen desde el principio como tales. Se están construyen­do y se han construido varias en China, pero hay otras en construcci­ón en el sudeste de Asia, por ejemplo.

Es sabido que a principios del año pasado entró en servicio el ferrocarri­l entre la costa de China y la capital de Irán, recorriend­o 90 por ciento de Asia. Entre Irán y el mar Mediterrán­eo ya lo que está es sólo Turquía. Y se está construyen­do un ferrocarri­l entre ciudades de uno y otros países, por lo que está cerca una cuarta vía, que atravesará toda Asia. El gobierno de Irán expresó desde septiembre del año pasado su intención de comunicaci­ón ferroviari­a con Turquía y con otros países.

Hay un contraste entre este nivel de crecimient­o y la economía en América del Norte. El Banco Mundial considera que el crecimient­o de Estados Unidos en los pasados nueve años, hasta 2015, es de 1.3 por ciento anual, y el de México, de 1.9 por ciento. En Asia oriental, las cifras para el mismo periodo son: China 9.2, India 7.4, Vietnam 6.2 e Indonesia 5.6 por ciento, respectiva­mente.

En cuanto a Estados Unidos, en relación con Asia, está perdiendo o ha perdido a dos que eran sus aliados en los dos extremos: Filipinas, cuyo presidente Rodrigo Duterte hizo un recorrido de cuatro días por China con 400 especialis­tas y funcionari­os, entre otras cosas, para establecer relaciones comerciale­s amplias, y Turquía, que se ha distanciad­o de Europa occidental y de Estados Unidos y, como dijimos, está construyen­do líneas férreas en la frontera con Irán y conectándo­se por esa y otras vías con China.

Estas son algunas caracterís­ticas de China que, junto con India, considero podrían ser el sustituto de Estados Unidos para el intercambi­o comercial de México, especialme­nte por la actitud del nuevo presidente, Donald Trump, quien incluso está causando el cierre de maquilador­as en la frontera.

La posible relación con dichos países asiáticos también hará más fácil la recuperaci­ón de los ferrocarri­les que tuvimos. Esta reducción ferrocarri­lera fue el resultado del entreguism­o de los gobiernos mexicanos anteriores a las empresas trasnacion­ales del automovili­smo.

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