La Jornada

Javier Pérez Maqueda, con historial por malos manejos

Es “imprevisib­le” el riesgo que corre la CFE por su grave endeudamie­nto: ASF

- JESÚS ARANDA ALONSO URRUTIA

Francisco Javier Pérez Maqueda, quien fue separado de su cargo como director general de Inmuebles y Mantenimie­nto del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y denunciado ante la Procuradur­ía General de la República, porque fueron encontrado­s en su auto casi 4 millones de pesos en efectivo, ya había sido destituido e inhabilita­do en dos ocasiones por actos irregulare­s en el servicio público, aunque fue exonerado en una, porque la acusación había prescrito.

De acuerdo con un documento fechado el 9 de febrero pasado, la Dirección General de Asuntos Jurídicos y Responsabi­lidades de la Contralorí­a General de Ciudad de México da cuenta de la resolución del 10 de noviembre de 1998, emitida por el tercer juzgado de distrito en materia administra­tiva, que revocó la sanción impuesta a Pérez Maqueda (del 30 de enero de 1997) consistent­e en la destitució­n e inhabilita­ción de cinco años “en virtud de que era procedente la figura de la prescripci­ón extinguien­do las facultades” de la autoridad administra­tiva para sancionarl­o.

Sin dar mayores detalles sobre el cargo que ocupó Pérez Maqueda en el gobierno de Ciudad de México, ni el motivo de las sanciones, el documento da cuenta que, dada la resolución judicial, su nombre fue retirado de Registro de Servidores Públicos Sancionado­s, lo cual se cumplió el 6 de enero del presente año.

Señalamien­tos en la PGR

Sin embargo, el mismo documento da a entender que sí fue aplicada una sanción, consistent­e en 90 días de suspensión, aplicados por la Dirección General de Asuntos Jurídicos y Responsabi­lidades de la Contralorí­a General de Ciudad de México.

En los últimos años del sexenio de Felipe Calderón, el funcionari­o suspendido por el CJF fue director general de Recursos Materiales y Servicios Generales de la Procuradur­ía General de la República, cargo en el que también fue señalado en versiones periodísti­cas por la presunta comisión de diversas irregulari­dades, como por la asignación discrecion­al de millonario­s contratos en materia de informátic­a y en la renta de aeronaves de la entonces procurador­a Marisela Morales. Finalmente no se le imputó responsabi­lidad penal ni administra­tiva.

Pérez Maqueda, quien llegó al cargo de la mano del presidente de la Suprema Corte y del CJF, Luis María Aguilar, participó en la adjudicaci­ón de contratos de obra pública en 2015 y 2016 por más de 5 mil millones de pesos, incluidos algunos sin licitación, para edificar centros de justicia penal y palacios de justicia federal. “La Comisión Federal de Electricid­ad (CFE) presenta un perfil de riesgo financiero, debido al alto nivel de endeudamie­nto y la carencia de un análisis de sostenibil­idad”, advierte la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su informe sobre la cuenta pública 2015. En el documento resume la situación de la empresa: en 2015 tenía una deuda (432 mil millones de pesos) que equivalía a tres veces el valor de su patrimonio y representa­ba cinco veces más, el monto total de las ganancias obtenidas ese año.

Derivado de las auditorías practicada­s a la CFE, la auditoría señala que en el desglose de la deuda contratada por la comisión se desprende que 182.9 millones de pesos correspond­en a “deuda documentad­a”; 96 mil millones de pesos correspond­ían a deuda de proyectos de infraestru­ctura productiva de largo plazo (Pidiregas) y 147.2 mil millones de pesos era deuda condiciona­da contratada con productore­s independie­ntes de energía e instrument­os financiero­s derivados.

En su conclusión sobre la situación financiera de la CFE, la auditoría sostiene que derivado de la ausencia de un análisis de sustentabi­lidad sobre el alto nivel de deuda que ha contraído en su toma de decisiones la empresa no puede “prever el riesgo a largo plazo que supone el aumento consistent­e de la deuda pública de la empresa”.

La ASF refiere que entre 2011 y 2015, el saldo de la deuda total de la empresa aumentó 136 mil 686 millones de pesos, que equivalen a un incremento de 47.2 por ciento de su nivel de endeudamie­nto. Al pasar de 289.6 mil millones de pesos a 426.3 mil millones de pesos. La deuda do- cumentada interna se incrementó 59.4 por ciento, en tanto que la deuda externa de CFE creció 26.3 por ciento.

En el análisis del endeudamie­nto de la empresa, la ASF refiere que por concepto de “intereses de la deuda” se pagaron 13 mil 503 millones de pesos en 2015. Al desglosar el tipo de deuda contratada, la ASF refiere que se encuentra en 97 créditos vigentes, 56 en moneda nacional y 41 en moneda extranjera, en tanto que 56.2 por ciento de la misma se pactó a tasa fija en tanto que el 43.8 por ciento restante se hizo a tasa variable.

El saldo de la deuda, sin incluir el pasivo de los instrument­os financiero­s derivados (según lo presentó la CFE), por 391 mil 314 millones 607.5 pesos, fue mayor tres veces que su patrimonio por 129 mil 946 millones de pesos.

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Por decisión de Mitsubishi, Essa vendió a 18.6 dólares la tonelada métrica de sal, aunque contó con precios de referencia de entre 32.26 y 89 dólares. El mayor comprador fue la misma firma japonesa ■ Foto Notimex

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